San Luis Potosí, SLP.- El Mercado San Luis 400, un ícono de la vida comercial potosina que alguna vez brilló como un punto de encuentro y abastecimiento, enfrenta un presente sombrío.
Con más de la mitad de sus locales vacíos y su actividad limitada, el debate sobre su futuro ha cobrado fuerza. Mientras comerciantes buscan su rescate como centro de comercio, una propuesta ciudadana sugiere transformarlo en sede de la Universidad Rosario Castellanos para fortalecer la oferta educativa en la zona.
Ubicado en las cercanías del Centro Deportivo de Alto Rendimiento (CEDAR) y de importantes oficinas del Poder Judicial, el San Luis 400 fue alguna vez un espacio vibrante. Sin embargo, el deterioro y la falta de inversiones lo han relegado a una función secundaria: un estacionamiento improvisado para empleados de la zona.
Aproximadamente el 60% de los locales del mercado están vacíos y sus pasillos que de antaño estaban llenos de vida, ahora permanecen desolados.
A pesar de esta situación, un pequeño grupo de comerciantes aún resiste. Gorditas tradicionales, puestos de frutas, ropa y perfumerías dan testimonio de la vida que este mercado tuvo en el pasado. Para ellos, este lugar no es solo un espacio físico, sino también su sustento y una parte fundamental de la memoria colectiva de la ciudad.
“Nosotros seguimos aquí porque creemos en este lugar. Este mercado tiene historia, tiene identidad, y merece ser recuperado, no convertirlo en otra cosa”, asegura un comerciante que lleva décadas trabajando en el lugar.
En medio de este panorama, padres de familia de la Escuela Secundaria Técnica No. 1 y de la Escuela Primaria Tipo “21 de Agosto” han planteado una alternativa radical: transformar el mercado en una universidad. Proponen que el San Luis 400 albergue una sede de la Universidad Rosario Castellanos, una institución que podría aprovechar su ubicación estratégica y las instalaciones existentes.
La propuesta surge como respuesta al riesgo de cierre de estas instituciones educativas, las cuales enfrentan una baja matrícula y problemas de mantenimiento.
“Si este mercado se convierte en una universidad, se impulsará el acceso a la educación superior, y al mismo tiempo, se podría revitalizar la zona”, expresaron representantes de los padres de familia.
La iniciativa ha dividido opiniones. Por un lado, quienes respaldan la propuesta de la universidad argumentan que la educación es una prioridad y que un proyecto de esta magnitud podría dar un nuevo propósito a un espacio en decadencia. Por otro lado, los comerciantes temen que esta transformación implique el desplazamiento de sus actividades y en muchos casos, la pérdida de su principal fuente de ingresos.
“Nosotros no estamos en contra de la educación, pero esto no debería hacerse a costa de quienes vivimos de este mercado. En lugar de cerrarlo, deberían invertir en rehabilitación y promoverlo como un espacio comercial”, señala una locataria.
El destino del San Luis 400 sigue siendo incierto, pero su historia y su ubicación estratégica lo convierte en un punto clave para la ciudad. La decisión final no solo afectará a los comerciantes y a los estudiantes, sino también a la memoria y la identidad colectiva de San Luis Potosí.
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