Sábado 19 de Abril de 2025 | Aguascalientes.
columnas

El poder de un abrazo

María Aranzazu Puente Bustindui | 23/01/2025 | 10:42

Estimadas amigas y amigos de plano informativo, en un mundo que parece ir siempre con prisas, el pasado 21 de enero, día mundial de los abrazos, pudo pasar desapercibido para muchos. Podría parecer una fecha más en el calendario, un recordatorio menor frente a los titulares que llenan nuestras pantallas con violencia, desinterés y conflictos. Pero detenernos un momento a reflexionar sobre el poder de un abrazo, hoy, es más necesario que nunca.

Un abrazo es un gesto tan simple como profundo. No requiere palabras ni explicaciones, solo dos cuerpos que se encuentran, dos corazones que laten más cerca por un instante. En una era en la que la tecnología promete acercarnos pero muchas veces nos distancia, un abrazo es un recordatorio de que somos seres humanos, no solo perfiles de una redsocial o cifras. Es un puente que trasciende culturas, idiomas y edades; un recordatorio tangible de que no estamos solos.

En nuestro San Luis, vivimos también los efectos de un entorno que muchas veces prioriza la indiferencia sobre la conexión. La violencia, en cualquiera de sus formas, no es ajena a nuestra realidad, y las historias de desencuentros y divisiones suelen opacar las de solidaridad y amor. Sin embargo, también somos testigos de gestos que nos recuerdan lo contrario: familias que se reúnen para celebrar la vida, vecinos que se tienden la mano en tiempos difíciles, desconocidos que comparten un momento de empatía en medio del caos diario.

El día mundial de los abrazos nos invita a pensar en cómo este gesto puede convertirse en un acto de resistencia. Frente al ruido de un mundo que a menudo parece consumirnos, un abrazo es una declaración de humanidad. Es decir: “Estoy aquí contigo, te veo, te escucho, te siento”. Es una herramienta tan poderosa para sanar heridas invisibles, tanto en nosotros mismos como en quienes nos rodean.

Pero, en nuestra vida cotidiana, ¿cómo podríamos abrazar más? Quizá no solo en el sentido literal, sino también en el simbólico: abrazar a quien piensa diferente, abrazar nuestras raíces, nuestra identidad, nuestras luchas comunes.

El abrazo, como gesto físico, es también una forma de empatía que no necesita permiso para transformar un mal día en un momento feliz. Podríamos empezar por pequeños gestos como abrazar a un amigo al que hace tiempo no vemos, a nuestros padres o abuelos que a veces sienten que el tiempo los aparta, incluso a nosotros mismos cuando la vida pesa más de lo normal.

Quizá suene ingenuo pensar que un abrazo puede cambiar el mundo, pero si lo pensamos bien, ¿cuántos conflictos, cuántas distancias emocionales podrían salvarse si comenzáramos con algo tan simple y humano? No necesitamos una fecha en el calendario para recordar que todos anhelamos sentirnos cerca de alguien. Pero ya que existe, quizá sea el pretexto perfecto para comenzar a construir, desde lo más pequeño, un mundo que abrace más y divida menos.

Todos los días, tenemos la oportunidad de elegir entre el desencuentro y la conexión. Que el día mundial de los abrazos no sea solo un día más, sino un impulso para mirar a nuestro alrededor y tender los brazos con más frecuencia. Porque, al final, lo que nos une es mucho más fuerte que lo que nos separa.

De corazón, gracias por su lectura. Amigas y amigos de plano informativo, desde este espacio los abrazo.

Facebook: AranzaPuenteSLP Instagram: @AranzaPuenteslp