La firma Consultores Internacionales (CISC) urgió a las autoridades del País evaluar y replantear la finalidad del cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para evitar futuras distorsiones en el mercado local, ya que hoy en día se ha convertido únicamente en una fuente de ingresos fiscales.
El IEPS es un impuesto indirecto que se aplica a la producción, venta o importación de determinados productos cuyo consumo (especialmente en exceso) se considera dañino para la salud, como: cigarros, refrescos o alimentos con alto contenido energético.
"Estos productos pueden causar daños para la salud si se consumen en exceso; por lo tanto, se entiende la intención del Estado de gravarlos. Sin embargo, también se ha demostrado que los altos impuestos pueden tener efectos iatrogénicos al causar distorsiones en el mercado, como fomentar el contrabando y el mercado formal e ilegal, lo cual genera mayores daños por el consumo de productos de menor calidad o sin control", argumentó Jorge Alejandro Millán, presidente de CISC.
Con cifras acumuladas de enero a noviembre de 2024, la Secretaría de Hacienda (SHCP) registró una recaudación de 570 mil 12.3 millones de pesos por cobro de IEPS, con lo cual se ha cumplido en un 82.8 por ciento con la meta trazada en la Ley de Ingresos para el año anterior.
En este 2025, Hacienda va por una recaudación tributaria sin precedentes de 5 billones 298 mil millones de pesos, de los cuales 713 mil 844 millones serán por cobro de IEPS, es decir, reflejan un 13.5 por ciento del monto total de ingresos.
Actualmente, destaca el cobro de IEPS a los combustibles, especialmente en gasolina y diesel, con una tasa específica que varía según el tipo de combustible y la región.
Para este año, de acuerdo con la firma, las cuotas aplicables del IEPS van a aumentar 4.5 por ciento. En algunos productos este aumento no será tan notorio en los precios al consumidor, pero en otros sí lo será, además de su impacto expansivo a lo largo de la cadena de suministro.
Cabe recordar que en las dos primeras semanas del año, el Gobierno aplicó un subsidio especial para no cobrar completamente la tasa recaudatoria del IEPS en la gasolina magna y el diésel, con el fin auxiliar a los bolsillos de los consumidores por los altos precios de referencia del petróleo.
"Este impuesto termina siendo asumido en su totalidad por el consumidor final, sin que se desglose en el precio, como sí ocurre con el Impuesto al Valor Agregado (IVA), por lo que generalmente no nos damos cuenta de lo que estamos pagando. Es, por tanto, un impuesto oculto", explicó el presidente de CISC.
Sin embargo, cada vez que Hacienda aplica un descuento a las tasas del IEPS recibe menos ingresos, por lo que se ponen en riesgo las metas de recaudación tributaria fijadas para este año.
En esta coyuntura, el CISC señaló que es innegable el alto potencial recaudatorio del IPES, especialmente desde 2014, cuando se empezó a aplicar a refrescos y botanas y desde 2015 con la eliminación del subsidio a la gasolina.
No obstante, recordó, el Gobierno debe tener presenta la naturaleza y finalidad de este gravamen: desincentivar el consumo de productos dañinos para la salud y destinar lo recaudado a programas de salud y control de adicciones, lo que actualmente no se hace.
"No debe considerarse como una fuente adicional de ingresos, sino como un medio de control e instrumento de política pública orientada al bienestar. Si se pierde esta función, el impuesto carece de sentido y debe ser combatido y eliminado, ya que podría causar más daños a la población que beneficios", puntualizó la firma