Morena y sus aliados realizaron 16 reformas a la Constitución durante los últimos meses de 2024, es decir, un promedio de una cada 15 horas durante 40 sesiones en el Congreso.
Entre los cambios rehicieron al Poder Judicial, que se había convertido en un 'obstáculo' para los cambios de la llamada Cuarta Transformación, blindaron decisiones legislativas de posibles frenos por parte de la Corte y desaparecieron a siete organismos autónomos que vigilaban políticas públicas, competencia económica, transparencia y el ejercicio efectivo del Gobierno.
Otro cambio fue el regresar a Pemex y CFE como empresas de Estado sin salvar sus crisis financieras y elevar a rango constitucional los programas sociales, así como también formalizar, aunque ya ocurría en el papel, el traslado total de la Guardia Nacional al Ejército.
Lo anterior fue descrito por la Presidenta Claudia Sheinbaum como un logro que le regresó el "sentido patriótico y social" a la Constitución, lo cual, añadió, se perdió durante años de neoliberalismo.
"Fíjense lo que ocurrió en estos últimos tres meses y medio en nuestro País: cambios muy importantes en la Constitución de la República. Recuperamos el sentido social y recuperamos el sentido patriótico de nuestra Constitución. Gracias a senadores, senadoras, a diputados, diputadas federales.
"Este año, fíjense, se aprobó algo único en México y en todo el mundo. El próximo año, el primero de junio, gracias a la reforma o a una de las reformas a la Constitución, el Poder Judicial va a ser electo por el pueblo de México. Es decir, ya se elige democráticamente a la Presidenta o al Presidente de la República, al Poder Ejecutivo. Se elige democráticamente al Congreso, a la Cámara de Diputados, a la Cámara de Senadores. Pues ahora se va a elegir democráticamente a jueces, magistrados, magistradas y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Eso nos hace ser quizá el País más democrático que haya sobre la faz de la tierra", afirmó la Presidenta en su discurso pronunciado en su gira por Tlaxcala.
Waldo Fernández, senador del PVEM, defendió los cambios al asegurar que la Carta Magna no es sagrada, y éstos se realizaron por voluntad del electorado.
"Pareciera que pueden ser muchas reformas a una Constitución, pero hay que reconocer que la Constitución no es un libro sagrado, sino el reflejo permanente de la voluntad de las y los mexicanos", declaró en entrevista.
"Claudia Sheinbaum entró un par de meses antes y aprovechando este cambio de estafeta era importante preparar, de la mejor manera y lo más rápido posible toda la infraestructura legal que tenía que ver con el paquete de reformas constitucionales, como reformas simples y leyes secundarias", dijo.
En contraste, especialistas, académicos y políticos de Oposición criticaron las prisas y sin debates de fondo que acompañaron a estas reformas en diversas materias.
"Morena hace uso de su mayoría para aprobar sus reformas inmediatamente y eso, para mí, está obstaculizando la deliberación democrática", dijo el profesor de Derecho Constitucional en la UNAM, Francisco Burgoa.
Catalina Pérez Correa, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM e investigadora visitante en el Schell Center for International Human Rights de Yale, cuestionó la forma en que se dieron las modificaciones a instituciones como el Poder Judicial, la Guardia Nacional o la desaparición de los órganos autónomos.
"¿Qué dice esto sobre el papel de la Constitución? Si tomamos en cuenta, además, la forma en que se han dado estos cambios: con trampas, amenazas, uso arbitrario del derecho penal, ¿qué dice sobre la 'democracia' mexicana y los límites al ejercicio del poder?", expuso.
Otro constitucionalista, el abogado Miguel Carbonell, consideró que tanto las reformas al Poder Judicial o la de materia en simplificación orgánica son un ejemplo de la regresión autoritaria tras borrar el trabajo de décadas de la sociedad civil.
"Parecen ocurrencias, parecen parches, parece la idea de que tan pronto como surge una política pública hay que llevarla a la Constitución(...) no recuerdo otro periodo de sesiones del Congreso de la Unión en donde hubiera habido esta presión reformadora, esta velocidad y esta falta de análisis y de discusión de fondo", declaró.