Cientos de trabajadores, profesores y estudiantes protestaron en Quito contra la alza del precio de la gasolina, ordenada por el Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en su afán por reducir los millonarios subsidios a los combustibles.
Con carteles de "Sube la gasolina, sube todo" y al ritmo de cánticos como "¡Fuera, Noboa, fuera!", los manifestantes caminaron desde un parque del norte hacia el centro colonial, donde la sede presidencial estaba acordonada por vallas metálicas y una gran presencia de policías y militares.
El Frente Unitario de Trabajadores, que convocó la protesta, demanda la derogatoria del aumento del galón americano de gasolina de 85 octanos, que el viernes pasó de 2.46 a 2.72 dólares.
"La alza derivará en un incremento de los productos de primera necesidad, una especulación, y eso afecta al consumidor", dijo el líder del gremio, José Villavicencio, durante la marcha de ayer que desembocó en la plaza de Santo Domingo, cercana a la sede de Gobierno.
"Queremos decirle al Gobierno que pare con esa política neoliberal, fondomonetarista que afecta al pueblo. Evaluaremos la situación y decidiremos qué continúa".
En el trayecto, los manifestantes quemaron algunos neumáticos y fotos de tamaño natural de Noboa con la banda presidencial.
Hacia el final de la tarde, la Policía dispersó a un grupo de personas con gases lacrimógenos.
En Guayaquil, en la zona costeña de Ecuador, la situación fue similar. Los manifestantes se desplazaron por una de las principales avenidas, tocando cacerolas y con una gran bandera nacional, mientras en Bolívar, en la sierra, y en Napo y Sucumbíos, en la Amazonía, grupos pequeños de personas intentaron bloquear vías, pero fueron frenados por la Policía.
Más temprano, grupos de personas se concentraron en las provincias de Carchi, Santo Domingo de los Tsáchilas, Cañar y Cotopaxi, portando carteles y gritando consignas contra el alto costo de vida. La más numerosa se produjo en Chimborazo, en el centro del país andino, donde varias docenas de campesinos marcharon de manera pacífica.
Aunque el precio actual es más bajo que en los vecinos Colombia y Perú, la alza de los combustibles es un asunto sensible en Ecuador, pues en el pasado desató fuertes protestas del poderoso movimiento indígena (Conaie). Entre 1997 y 2005 la organización participó en revueltas que derrocaron a tres gobernantes.
"Esto es otro golpe a la economía de las familias", manifestó en X la Conaie, que esta vez se mantuvo al margen de la manifestación en la capital.
El viceministro de Gobierno, Esteban Torres, quien mantuvo un encuentro con dirigentes de los transportistas, minimizó las movilizaciones al destacar que no contaron con el apoyo del sector transportista ni de la Conaie.
Para desactivar las manifestaciones, el Gobierno mantiene congeladas las cotizaciones de diésel (el más consumido) y el gas de uso doméstico, y se comprometió a dar ayudas económicas a ese estratégico sector para compensar la alza de la gasolina corriente.
El martes también decretó la condonación de préstamos vencidos por hasta 5 mil dólares con un banco estatal que impulsa la producción, el comercio y servicios de micro, pequeñas y medianas empresas.