Simplemente, Bertha Xóchitl Gálvez Ruíz

El tiempo llegó y todo lo que empieza tiene que terminar, tenemos hoy un nuevo escenario político en el país, al igual que en muchos lugares de la república, en nuestra propia ciudad, podemos decir que comienza un nuevo ciclo, inicia y terminará en algún momento. Claudia Sheinbaum ganó la presidencia de la republica con un amplio margen de la votación, 10 puntos arriba de lo que las encuestas vaticinaban, lo mismo ocurrió con la conformación de la cámara de diputados y la de senadores, tendrá todo el poder.

Todo este triunfo fue bajo una estrategia electoral, como también  un compromiso con otro México, pero más allá de todo, fue también la responsabilidad torcida de esa parte minoritaria  clase media comprometida con la oligarquía, que aseguraba que la historia de Xóchitl Gálvez sería la inspiración que les faltaba a sus vidas, se sintieron dueños de la verdad, de quienes tienen la razón democrática para vivir, se tomaron para ellos la bandera de la dignidad del mexicano, ese que no ven en las calles, en el campo, en las fábricas, ignoraron a su propia clase social y económica, cuando las ideas diferentes se ponían sobre la mesa,  con estridencias, gritos e imposiciones, querían impresionar con su estatus absurdo, faltos de cultura e inteligencia para discernir, solo en su burbuja de fantasía existe esas ideas, creyeron que al sacarlas de ahí, encontrarían las soluciones para aplicarlas en un México desigual,el mismo empobrecido e ignorado por quienes postularon a Xóchitl.

Una mujer sencilla, venida de un pueblo de Hidalgo, donde como ella lo dibuja no tuvo una infancia feliz, ante los reflectores de la fama mostraba, entereza, ante esa adversidad, Bertha Xóchitl prefirió el camino de la superación, educándose, migrando, trabajando, al contrario de su hermana, hoy presa por secuestro y asesinato. Con el tiempo creció entre el altruismo, la ingeniería y los negocios. Vicente Fox le abre la puerta al poder, ese que si no lo controlas te hace vulnerable a ejercerlo mal, o lo mas grave, a ser blanco fácil de la manipulación. No todo el mundo tiene la oportunidad de llegar a donde llegó, sus desatinos, su frivolidad política, su conducción personal, sus bruscos cambios de parecer, solo tienen una explicación, ya obligada por su instinto mostraba gestos que llamaran la atención de una clase económica, social y política, normalmente fría, indiferente y vacía, a la cual le había costado mucho “encajar”, quería mantenerse en el lugar que tanto le costó llegar a esa indígena de Tepatepec.

Al fin la vieron, la acogieron, la arroparon, para después marcarle las directrices oligarcas que a ellos les pareciera bien. Hasta con los símbolos religiosos quiso empobrecer a su contraria Claudia, no eres creyente no vales nada, no crees en Dios, serás siempre símbolo del mal, entre muchos ejemplos. ¿Quién la asesoró?

Bertha Xóchitl Gálvez Ruíz, ha sido y será rehén de sus propias aspiraciones, muy legitimas, sus traumas infantiles, su comportamiento deseoso de agradar a otros, de maneras extrañas del gusto de quienes sus lujos y excesos son su manera de vivir.

Quise escribir de ella, no para denostar su persona, ni los logros profesionales o políticos, sino para poder expresar que reconozco la valía, la fortaleza como mujer, lastimosamente en este periodo de su vida como candidata a la presidencia de la república, se sometió a la dura, férrea, insultante presión de los hombres hambrientos depoder, que al final ellos se quedarán con su premio de no perder sus privilegios.

Es así como Morena mostró el rostro que otros no quieren ver, por eso ganó, guste o no, tengan la solución a los problemas o no, permeo en una sociedad diferente esa que se niegan ver y aceptar muchos mexicanos.

Hoy la mayoría votó por una opción de continuidad, el ser del agrado o desagrado eso solo está en ti, si no se desea, no se quiere, entonces procura hacer visible lo invisible, sal de la comodidad, participa, no te corrompas, haz de la vida algo más sencillo de ver.

Hoy me despido de este ciclo de columnas del martes, por haber concluido el proceso electoral, gracias por la lectura, nos vemos los viernes.

Oscar Esquivel.