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El Plan de San Luis, 56 años de añoranzas, viejas glorias y memorias imborrables

Plano Deportivo | 23 Noviembre 2013 | 11:48
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San Luis Potosí, SLP.- Nery Castillo, Tomás Boy, Raúl Arias, Lorenzo Unanue, Carlos  Reyes, Marcelo De Faria, Cristian Trapasso, Carlos Pavón, ¿le suenan?

Estas son sólo algunas de las figuras que ha tenido el futbol potosino a lo largo de toda su historia, historia que en gran parte se fincó en ese lugar “sagrado” para muchos, el Estadio Plan de San Luis.

Y es que el denominado “Coloso de Alamitos”, por muchos años fue testigo mudo de grandes glorias del balompié, partidos inolvidables, festejos históricos, ídolos, memorias imborrables y un cúmulo de emociones inmortales.

Hoy, a poco más de 56 años de su inauguración, Plano Deportivo ha decidido brindar un  merecido homenaje a este sitio sagrado del futbol del estado, cuna de grandes ídolos y de momentos históricos, retomando un texto publicado en 2011 por este mismo medio.

Aquí se los dejamos íntegro:

Uno de los escenarios deportivos más importantes de la capital potosina es el llamado “Coloso de alamitos”, enclavado en la colonia del mismo nombre, y anteriormente conocida como los Charcos de Santa Ana por la zona con problemas de inundaciones desde siempre.

El Estadio Plan de San Luis, con más de medio siglo de historia, fue inaugurado el 20 de noviembre de 1957 por el entonces presidente de la república Adolfo Ruiz Cortines, pero no fue sino hasta diciembre de ese mismo año cuando se jugó el primer partido de fútbol de su historia cuando en aquel entonces la Trinca Tunera del San Luis enfrentó al Salamanca, con marcador favorable a los guanajuatenses 2 goles por 0.

El “Plan” a lo largo de su existencia, ha sido testigo mudo de muchos eventos deportivos, religiosos, políticos, conciertos, teatro, circo, bailes, y hasta carreras de off road. Cuentan que en el año de 1962 una tragedia sucedió en el estadio ya que al celebrarse un evento político del entonces presidente Adolfo López Mateos, el sobrecupo en el inmueble provocó la caída hacia el exterior de algunos de los asistentes en la cabecera sur del inmueble con saldo de varios muertos y múltiples lesionados. Sin embargo no hay registro histórico de esto, ya que el control del gobierno sobre la prensa en aquellos años evitó que ese hecho trascendiera.

Tuvo un cupo oficial registrado de 20 mil espectadores y ha sido casa de varios equipos profesionales: en los 50’s y 60’s de la Trinca Tunera, luego en los 70’s de los entrañables Santos de San Luis, en los 80’s de los Cachorros del Atlético Potosino y los Tuneros de Tercera División, en los 90’s de los Auriazules y Real San Luis hasta principio de la década pasada.

A lo largo de esos años el fútbol profesional potosino vio en este escenario a grandes jugadores en diferentes épocas, y por nombrar solo algunos de una enorme lista, sus mudas gradas aún recuerdan las grandes jugadas de Pedro Araya, Nery Castillo, Carlos Muñoz, Tomás Boy, Raúl Arias, Lorenzo Unanue, Carlos Novoa, Osvaldo Castro “Pata Bendita”, Pilar Reyes, Marcelo De Faria, Cristian Trapasso, Carlos Pavón, Alberto Guerra, Salvador Reyes, Antonio Carrizales, Marco Antonio Martínez y muchos más que enriquecieron la historia del balompié en esta entidad.

En el 2005, el Gobierno del Estado anunció la construcción de lo que ahora es el Centro de Desarrollo de Talentos y Alto Rendimiento (CEDETAR) para inyectar nueva vida al estadio. Un proyecto que aunque resultó muy lento, se construyó en la cabecera norte con el fin de crear un complejo deportivo de primer nivel que incluye gimnasios, vestidores, canchas, oficinas y la remodelación de la pista atlética, tribunas y alumbrado.

Nunca se nos olvidará aquel día en que se dio banderazo a la obra, cuando enormes máquinas desgajaban una a una las gradas de esa cabecera, llevándose quizá en cada trozo de concreto alegrías y tristezas de una noble afición.

Hoy su cancha se mantiene en magníficas condiciones, siendo sede de finales de las ligas y torneos más importantes del estado, además de haber albergado en algún tiempo los entrenamientos del Club San Luis de primera división.

Con un montón de recuerdos e historias escritas a lo largo de más de medio siglo, es el estadio “Plan de San Luis” testigo mudo de épicas batallas, un escenario que afortunadamente ahora ha sido remodelado para beneficio de los potosinos.

A casi 54 años de vida este es nuestro famoso “Plan”, conocido así por la gente potosina: el de las inundaciones, el de la Trinca, el de los golazos de Araya, “Pata Bendita”, Nery y De Faria, el de los descensos y ascensos, el de las tristezas y alegrías, el de los penales fallados y el de los históricos jugadores que por lo menos una vez pisaron su cancha.

El estadio del “ya merito”, el de perder o ganar todo en el último minuto, el del mal alumbrado y pesadilla de los equipos visitantes, el de las olimpiadas nacionales, liguillas y torneos de copa, el de los cohetones que anunciaban todo un rito cada viernes por la noche, el de las grandes atajadas de “La Araña”, “La Garita”, Ciro, Pilar, Verderi, Novoa, Sámano y Monti, el de los debuts y las despedidas, el del sabor a pepitas y refresco en vaso de papel encerado, o ¿por qué no? también de cerveza a ritmo de tambores y gritos de ¡San Luis! o ¡Cachorros!

El de la placa en los vestidores recordando al “Inge” Claudio Ayala y sus cenizas en el campo, el de las broncas, las lágrimas, los gritos y los abrazos, el de “ahí va el agua” de dudosa procedencia, las bolas de estopa con fuego, las tortas de algo parecido al jamón y los duritos de cerdo bañados en salsa.

El del eco de “¡Ávalos, Ávalos!” a cada saque de banda y las portentosas jugadas con Carrizales, Marco Antonio, “El Fanta”, Arias, Boy, Muñoz, Sanhueza, Unanue, Nery, Pavón, Trapasso o José Enrique. Estadio que una vez fue casa del América contra Alajuelense, y cancha neutral cuando el Atlas mandó al Tampico a la segunda en un tercer juego, además de la famosa bronca entre Cachorros y Peñarol de Uruguay.

El de noches frías con la cancha caliente, el del palco de cronistas a la memoria del periodista y amigo Rubén Ferrer Gloria, el estadio de “La Pera” Sarmiento y “El Ojitos”, el de las fotos de Arenas, Vázquez o Zárate y crónicas de Bustos, Rosillo, “El Paladín”, Rocha, Calzada y Don Ángel Fernández.

El del pebetero que pocas veces se usó, el del vestidor de Chava Reyes, Miloc, Grill, Guerra y “El Chocolate”. El de los que en el techo de la Técnica no pagaban boleto, el de las rivalidades con Celaya, León, Querétaro, Tampico o Correcaminos, el de la espera con ansias de un partido, el de los goles que suenan a la distancia… en fin… El estadio de la nostalgia, a donde iba por la cabecera sur de la mano de mi padre cuando niño y donde narré mi primer partido.

Hoy sólo queda decirle ¿Cómo estás viejo amigo?, disfruta tu nueva vida en tu cumpleaños número 54, Estadio Plan de San Luis.

 

Con información de Edgar Piña publicada el 15 de julio de 2011 a través de Plano Deportivo, para ver la nota original visite: http://www.planoinformativo.com/planodeportivo/nota_deportes/id/24264#.Uo_UFSe_jAF
Imágenes: Femexfut, Auriazules.com, www.losgladiadores.com.mx, http://gloriaspasadas.wordpress.com,
http://youtu.be/UrMCzXAbh8M


 

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