La tendencia que se impone progresivamente para los porteros en Europa, ligada a una altura a partir del 1.90 metros, ha puesto en jaque a los mejores del continente que en ese puesto no alcanzan la medida, con Iker Casillas como máximo exponente en el Real Madrid.
Mientras para el futbolista de campo cohabitan todavía y sin estridencias el perfil atlético, alto y potente (Cristiano Ronaldo o Gareth Bale) con el habilidoso y de menor estatura (Leo Messi o Andrés Iniesta), entre los tres palos parece que el balompié moderno obliga a caminar en una sola dirección, y hacia arriba.
Se acabaron los guardametas llamados "felinos", a tenor de las medidas antropométricas de los futbolistas titulares que defienden las porterías de los 32 equipos que afrontan un nuevo ciclo de la Liga de Campeones de clubes.
El alemán Bodo Illgner (1,90) resultó un portero decisivo del Real Madrid campeón de Liga en la temporada 1996-97 y de la séptima Copa de Europa, en 1998. El espigado germano abrió quizá una tendencia, de la mano del técnico italiano Fabio Capello, que ahora se ha extendido como una mancha de aceite por todo el continente.
Illgner apuntaló a finales del siglo pasado un gran proyecto madridista. Por motivo contrario, Iker Casillas ha sido el portero que en España podría haber pagado los platos rotos de tener que alzar los ojos para ver la línea del metro y noventa centímetros.
Los dos últimos entrenadores del Real Madrid que han dirigido al internacional español, el portugués Jose Mourinho y el italiano Carlo Ancelotti, enviaron su 1.85 metros oficiales a reposar al banquillo.
La talla de Casillas ha dado paso al espigado Diego López (1.96) para defender la meta del equipo blanco. Once centímetros, el dominio del juego aéreo y la habilidad con los pies inclinó la balanza en la pizarra madridista.
Mourinho, ahora en el Chelsea, y Ancelotti tienen lo que querían, porteros muy altos y con notable juego con los pies. Petr Cech (1.96) en el equipo inglés y Diego López (1.96) parece que parten con ventaja sobre sus compañeros de posición gracias a la mayor estatura.
El techo de la Liga de Campeones 2013-14 lo marca el belga del Atlético de Madrid Thibaut Courtois. Su 1.99 metros le han convertido en pieza codiciada para Mourinho, que medita un posible rescate para la campaña venidera.
Casillas como Valdés (1.83 metros), los porteros que pugnan por la titularidad en la selección campeona de Europa y del mundo, figuran en los últimos puestos de la lista de 'gigantes' entre los tres palos, que cierra Fraser Forster, del Celtic de Glasgow, con su metro y ochenta centímetros.