El AC Milan, segundo lugar de la Serie A y fuerte candidato al Scudetto, oficializó la rescisión del contrato de Divock Origi, poniendo fin a una etapa marcada por la falta de minutos y el contraste con la brillante historia que el delantero belga forjó en el Liverpool.
A sus 30 años, Origi acumulaba un año y medio sin jugar con el conjunto rossonero. Su última aparición data de mayo de 2023, en la temporada 2022-23, donde participó en 27 encuentros de Serie A —en su mayoría como suplente— y apenas anotó dos goles. Su rendimiento estuvo muy por debajo de las expectativas generadas cuando llegó como refuerzo estelar.
Origi firmó con el Milan en verano de 2022 con contrato hasta 2026 y un salario superior a 300 mil euros mensuales. La apuesta buscaba sumar experiencia internacional al ataque, pero pronto quedó claro que no encajaba en los planes tácticos y su protagonismo se diluyó hasta desaparecer de las convocatorias. La rescisión anticipada representa un alivio económico para el club lombardo, que ahora podrá redirigir recursos a nuevas incorporaciones.
El contraste entre su paso por Anfield y su estadía en Milán no podría ser mayor. Con el Liverpool, Origi se convirtió en leyenda: marcó el 4-0 ante Barcelona en la mítica remontada de semifinales de Champions League 2018-19 y anotó el 2-0 en la final ante Tottenham, dándole a Jürgen Klopp la sexta Copa de Europa del club. Su estatus de ídolo quedó intacto en Inglaterra pese a su irregularidad posterior.
Mientras Origi se desvincula definitivamente, el Milan apuesta por renovar su delantera. La presencia de Santiago Giménez se proyecta como uno de los pilares del nuevo proyecto ofensivo, con la responsabilidad de revitalizar una zona del campo que exige resultados inmediatos en un club acostumbrado a competir por todo.