La seguridad para la Copa del Mundo 2026 entra en una fase clave con la confirmación de que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos desplegará un equipo especializado en territorio mexicano durante las próximas semanas. Su misión será identificar, evaluar y mitigar riesgos antes y durante la celebración del torneo, en una estrategia coordinada con el Gobierno de México.
De acuerdo con diversas fuentes, esta operación forma parte de una colaboración binacional directa entre autoridades estadounidenses y el gobierno encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum. El enlace operativo será el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfouch, quien coordinará la integración de los analistas con las instituciones de seguridad mexicanas.
Los especialistas del FBI estarán distribuidos en las ciudades que albergarán partidos durante la Copa del Mundo: Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Su despliegue será mixto: la mitad del personal provendrá de oficinas en Estados Unidos, mientras que el resto estará conformado por agentes asignados en sedes internacionales del propio FBI y elementos mexicanos.
Esta estructura busca asegurar una visión integral que combine inteligencia táctica, análisis de riesgo y operatividad conjunta para anticipar escenarios complejos.
A diferencia de intervenciones dirigidas exclusivamente al combate del crimen organizado, la labor de este equipo será mucho más amplia. Sus principales áreas de monitoreo incluyen:
Seguridad Civil: Identificación de posibles insurgencias o intentos de alterar el orden público.
Infraestructura y Movilidad: Prevención de bloqueos y protección de rutas estratégicas.
Migración: Análisis de flujos migratorios que puedan interferir con la logística del evento.
Crimen Organizado: Detección y prevención de actividades delictivas que puedan poner en riesgo a asistentes, jugadores o personal operativo.
El objetivo es fortalecer todos los frentes necesarios para garantizar la estabilidad del torneo más importante del futbol mundial, que atraerá a millones de visitantes a Norteamérica.
La colaboración entre México y Estados Unidos refuerza la visión de seguridad regional compartida y confirma que el Mundial 2026 será una prueba de coordinación internacional sin precedentes.