El FC Barcelona cerró el año con autoridad al imponerse 2-0 al Villarreal en el Estadio de La Cerámica, en un duelo marcado por la intensidad, la polémica y el talento individual de sus jóvenes figuras. El conjunto blaugrana resolvió el partido con goles de Raphinha y Lamine Yamal, además de aprovechar la superioridad numérica tras la expulsión de Renato Veiga.
Desde el arranque, el Villarreal intentó presionar alto y generar peligro al contragolpe, pero fue el Barcelona quien tomó el control del balón y del ritmo del encuentro. Al minuto 9, una falta dentro del área sobre Raphinha derivó en penalti, que el propio brasileño convirtió con frialdad al 11’, engañando al arquero para abrir el marcador.
El partido subió de tono al minuto 38, cuando Renato Veiga realizó una barrida por detrás sobre Lamine Yamal. La acción, considerada peligrosa, dejó al Villarreal con diez hombres y encendió los reclamos en la grada. Por fortuna, el joven extremo blaugrana pudo continuar en el partido.
En la segunda mitad, el Barcelona aprovechó los espacios. Con los ingresos de Lewandowski y Marcus Rashford, el equipo ganó profundidad y presencia ofensiva. La recompensa llegó al minuto 62, cuando Lamine Yamal culminó una jugada dentro del área con un potente remate de zurda para el 0-2 definitivo.
El Villarreal intentó reaccionar con remates de Parejo y Moleiro, pero la zaga culé se mantuvo firme. Con este triunfo, el Barcelona despide el año con una actuación sólida fuera de casa y confirma su buen momento en LaLiga.