El PSG se consagró campeón de la Copa Intercontinental tras vencer a Flamengo en la tanda de penales y alcanzó el ansiado sextete, igualando un logro reservado hasta ahora solo para Barcelona y Bayern Múnich.

El título no es casualidad. En una temporada casi perfecta —con la única mancha de la derrota ante Chelsea en la final del Mundial de Clubes— el equipo de Luis Enrique ha confirmado su dominio no solo en Francia, más allá del actual liderato del Lille, sino también en Europa y frente a rivales de otros continentes.

No es una campaña más para el conjunto parisino. La primera sin Kylian Mbappé marcó un punto de inflexión: menos estrellas, más equipo. Con un juego colectivo sólido y efectivo, el PSG conquistó prácticamente todo lo que disputó, incluyendo su primera UEFA Champions League, lograda con una histórica goleada 5-0 ante el Inter de Italia en la final, además de la Ligue 1 y la Copa de Francia.

La evolución del equipo es evidente. Bajo la conducción de Luis Enrique, el PSG consolidó una identidad basada en el funcionamiento colectivo. El entrenador español, campeón de Europa con el FC Barcelona en 2015, se sumó así al selecto grupo de técnicos que ganaron la Champions con dos clubes distintos, logro que le valió el premio The Best al mejor entrenador.

En la actual Champions League, el PSG marcha tercero en la fase de liga y tiene prácticamente asegurado su lugar en los playoffs, manteniéndose como uno de los principales candidatos y con la clara ambición de ir por el bicampeonato.

A nivel individual, el impacto del equipo también se reflejó en los premios: Achraf Hakimi, Nuno Mendes, Vitinha y Ousmane Dembélé fueron nominados al The Best 2025, galardón que finalmente quedó en manos de Dembélé. El extremo francés fue clave en la Champions pasada, con ocho goles y seis asistencias, y recibió un reconocimiento que premia tanto el rendimiento individual como el colectivo entre agosto de 2024 y agosto de 2025.