Con la adrenalina aún latente del sorteo mundialista, el joven mediocampista Obed Vargas, una de las promesas emergentes de la Selección Mexicana, lanzó un mensaje de confianza y convicción, destacando el rol fundamental que jugará la afición y la condición de anfitrión en la próxima Copa del Mundo 2026.
Tras conocer que México compartirá el Grupo A con Corea del Sur, Sudáfrica y un rival por definir del repechaje europeo (Dinamarca, Macedonia del Norte, Irlanda o República Checa), el jugador del Seattle Sounders se mostró optimista sobre las posibilidades del Tri.
A sus 20 años, y con experiencia reciente en el Mundial Sub-20 y convocatorias con la selección mayor—incluyendo minutos contra Uruguay—Vargas tiene claro que la etiqueta de local no es solo un privilegio, sino una ventaja táctica determinante.
Para el mediocampista, existen dos pilares que catapultarán a la Selección en su grupo: la altitud de las sedes y el apoyo incondicional de los seguidores.
“México jugando de local tiene una amplia ventaja. Son equipos de un nivel similar [los del grupo de la Selección], jugando en la altura y con nuestra gente nos va a dar ventaja. Nos tenemos que hacer fuertes en casa. Tenemos que pasar”, sentenció Vargas con determinación.
Además, el jugador de origen estadounidense subrayó que el factor de jugar en casa va más allá de las fronteras mexicanas, extendiendo la "localía" al territorio de la Unión Americana, donde se jugarán varios encuentros.
“Creo que México está en casa. Obviamente los primeros partidos se juegan en México y después en Estados Unidos. Pero México juega de local en Estados Unidos también”, afirmó, reconociendo el masivo apoyo de la comunidad mexicana en su país de residencia.
Cuando se le preguntó sobre qué selección llegará más lejos en el torneo, Vargas no dudó en mostrar un compromiso total con el combinado nacional: “Bueno, obviamente México. No me importa quién esté en el grupo de Estados Unidos o quién esté en nuestro grupo. Mi deseo es siempre jugar por México y dar lo mejor de mí para ayudar a la selección”, enfatizó, demostrando su hambre por el éxito del Tri.
El joven talento también hizo un espacio para hablar sobre su conexión con Gilberto Mora, otra de las promesas del equipo, con quien compartió en el Mundial Sub-20.
“Pude convivir con Gil en el Mundial, hicimos una buena dupla. Fuera del campo también nos conocimos bien, hicimos una amistad bonita”, compartió Vargas.
La ambición del mediocampista se extiende a consolidar esta sociedad en la Copa del Mundo mayor, identificando a Mora no solo como un amigo, sino como un “pieza clave del grupo”, destacando sus valores y su talento en las recientes fechas FIFA.
Con la mira puesta en el 2026, Vargas confía en el proceso del cuerpo técnico y asegura que, pese a los resultados recientes, el equipo estará "listo" para competir y llegar lejos, impulsado por el compromiso y la ventaja innegable de jugar frente a su gente.