Cada presidente norteamericano sube al escenario y extrae la bola con el nombre de sus países, para poner en marcha el sorteo: Trump la de Estados Unidos, Sheinbaum la de México y Carney la de Canadá.
“Estamos orgullosos de recibir por tercera vez la Copa Mundial… Disfrutamos del Juego de Pelota desde tiempos ancestrales”, dijo Sheinbaum, quien por primera vez apareció en un acto público junto a los líderes de Estados Unidos y Canadá.
Antes de extraer la pelota del bombo, Trump se sumó en tono de broma a la controversia sobre si es correcto llamar “soccer” al “fútbol”, como lo hacen en su país.