El entrenador de los Chiefs, Andy Reid, adoptó un tono desafiante este lunes al hablar del complicado panorama que enfrenta su equipo rumbo a los playoffs. La derrota de Acción de Gracias ante los Cowboys ya había pegado duro… y los resultados del fin de semana terminaron por empeorar la situación.
Con marca de 6-6 y solo cinco partidos restantes, Kansas City necesita ganarlo todo y, aun así, requerirá ayuda externa para meterse a postemporada. La caída de los Steelers ante los Bills los dejó décimos en la AFC, impulsados por un flojo 3-4 ante rivales de conferencia.
Hoy, según los números, los Chiefs tienen apenas una probabilidad de 1 en 3 de jugar playoffs.
Pero Reid no piensa bajar los brazos:
“No vamos a tirar la toalla. Vamos a pelear cada jugada y cada partido. Esa es la actitud… luego que las cosas caigan donde tengan que caer”.
Una carrera contrarreloj
Los Chiefs, terceros en el Oeste de la AFC, están prácticamente fuera de la pelea por su décimo título divisional consecutivo. Su misión ahora es extender una racha de postemporada que se remonta a 2015, antes incluso de que Patrick Mahomes tomara los controles de la ofensiva.
No todo es pesimismo: la última vez que Kansas City tuvo marca de 6-7, en 2017, cerró con cuatro victorias para asegurar un comodín.
Reid lo ve como parte natural del deporte:
“Cada temporada es diferente. Este es un deporte de desafíos… un microcosmos de la vida. Hay un margen muy pequeño entre ganar y perder”.
Problemas hechos en casa
Penalizaciones, desconcentraciones y errores mentales han sido una constante para los Chiefs. En la derrota 31-28 ante Dallas, varias banderas en el último cuarto arruinaron una posible remontada. Hoy, Kansas City es quinto en yardas regaladas por castigos.
Reid lo admite sin rodeos:
“Tenemos que encargarnos de las penalizaciones, mejorar fundamentos y técnica… No usaremos eso como excusa”.
Tampoco se refugia en pretextos por la falta de presión al quarterback rival —solo 22 capturas en el año— ni por una defensa que ha generado apenas 11 entregas de balón.
Para el coach, el equipo está cerca… pero no lo suficiente:
“Estamos a una o dos jugadas cada semana. Si resolvemos esas dos o tres jugadas clave, podemos darle la vuelta a esto”.
El tiempo se agota
Reid lo sabe: la ventana se está cerrando. Y aunque mantiene el tono combativo, también reconoce la realidad.
“No vas a escuchar cosas positivas desde afuera. Tienes que entender dónde estás parado… y la oportunidad que aún tienes frente a ti”.
La esperanza sigue viva, pero Kansas City ya no tiene margen para un solo error.
