¿Abre el paraguas? A días de una definición histórica en Abu Dhabi, Max Verstappen soltó una frase que sacudió al paddock: ganar el título de Fórmula 1 2025 “no importa realmente”.
El neerlandés llega vivo a la última fecha tras recortar una desventaja de 104 a solo 12 puntos en tres meses, impulsado por una victoria impecable en el GP de Qatar. En Lusail logró su séptimo triunfo del año, combinando agresividad, precisión y una estrategia quirúrgica de Red Bull. Ahora va por un mano a mano —o mejor dicho, un mano a tres— contra Lando Norris y Oscar Piastri.
Si Max remonta, igualará los cinco títulos de Juan Manuel Fangio y se convertirá en el segundo piloto en la historia con cinco campeonatos consecutivos, algo que solo comparte Michael Schumacher.
Pero, increíblemente, él lo vive con calma.
“Estoy mucho más relajado ahora. Si no gano, igual tuve una temporada increíble. Así que no importa realmente”.
Para Verstappen, este enfoque le quita presión y le permite disfrutar incluso las carreras más impredecibles, aunque admite que necesitará “factores externos” para que el resultado lo acompañe.
Por primera vez en años, el neerlandés peleó sin el auto más fuerte. El RB21 ha sido competitivo, pero lejos del rodillo de temporadas anteriores. Aun así, Max destaca el crecimiento del equipo en un año marcado por turbulencias internas.
“Cada temporada te vuelve más completo. Incluso en las de campeonato”.
Reconoce que la primera mitad del año fue “realmente dura” y que por momentos parecía no haber camino para volver a pelear adelante.
Varias de sus victorias llegaron contra pronóstico, gracias a la ejecución perfecta entre piloto y equipo.
“Ganamos carreras donde quizá no deberíamos, tomando la decisión correcta como equipo. Luego depende de mí ejecutarla”.
Verstappen sabe que necesita que las piezas caigan en su lugar, pero no descarta que Yas Marina ofrezca un final tan caótico como Qatar.
“Cuando crees que será una carrera aburrida, no lo es. Ojalá Abu Dhabi sea igual”.