La historia del futbol mundial guarda momentos irrepetibles, pero pocos tan simbólicos como aquel 1 de diciembre de 2017, cuando Pelé y Diego Armando Maradona coincidieron finalmente en un sorteo de la FIFA. La gala en Moscú para definir los grupos de la Copa del Mundo Rusia 2018 reunió a las dos mayores leyendas del balompié internacional, protagonistas de una postal que hoy tiene un valor emocional incalculable: su último abrazo público.
Aunque la FIFA ya había intentado reunirlos en un sorteo mundialista, el esperado momento se retrasó por más de diez años. Para Alemania 2006, tanto Pelé como Maradona estaban invitados como embajadores, pero el astro argentino decidió no asistir debido a diferencias con el organismo. Aquella ausencia sorprendió a Pelé y frustró un encuentro histórico que los aficionados esperaban desde tiempo atrás.
No fue sino hasta Rusia 2018 cuando las circunstancias, el escenario y la FIFA lograron reunir a ambos íconos en el mismo momento y lugar.
En el sorteo celebrado en el Kremlin, Pelé y Maradona compartieron escenario por primera y única vez en este tipo de ceremonias. Rodeados por figuras legendarias del futbol, se saludaron de manera cálida, dejando atrás cualquier rivalidad mediática y mostrando respeto mutuo.
La imagen de ambos, sonriendo y estrechándose la mano, se convirtió instantáneamente en una pieza histórica: dos eras distintas del futbol encontrándose en un escenario global, sin saber que sería la última ocasión en que coincidirían en un sorteo mundialista.
Tres años después de aquel encuentro, el mundo del deporte sufrió una de sus pérdidas más dolorosas.
Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años.
Pelé murió el 29 de diciembre de 2022, a los 82 años, tras una batalla contra el cáncer.
Ambos dejaron legados inigualables que siguen marcando generaciones. Su coincidencia en el sorteo de Rusia quedó como un recordatorio de su grandeza y del respeto que, pese a las comparaciones eternas, siempre se tuvieron.
En total, solo coincidieron en un sorteo mundialista, pero bastó para inmortalizar una imagen que quedará para siempre: dos titanes que definieron el futbol, reunidos en un abrazo que hoy es parte esencial de la memoria colectiva del deporte.