Erick “El Viruz” Ramírez se coronó como nuevo campeón Regional de Occidente de la FECOMBOX en los 47.600 kilogramos, luego de vencer por decisión dividida a Carlos “El Charly” López la noche del sábado en La Peñita de Jaltemba, Nayarit. Pese a presentarse como visitante y enfrentar un claro localismo en las tarjetas, el potosino impuso su boxeo y terminó llevándose el cinturón.

Además del título, El Viruz le quitó el invicto a El Charly en la pelea estelar de la función de peso paja. El triunfo no solo representó un logro arriba del ring, sino también el cierre de una auténtica travesía que inició la madrugada del 28 de noviembre, cuando Ramírez y su afición partieron desde la Escuela de Box Pez Martínez hacia Nayarit en una caravana de camionetas.

El viaje estuvo lejos de ser sencillo: un accidente retrasó el camino más de hora y media y el propio Ramírez sufrió un percance en la camioneta donde viajaba, obligándolo a cambiar de vehículo en Lagos de Moreno. Aun así, la delegación potosina alcanzó el pesaje apenas 30 minutos tarde. El Viruz marcó 200 gramos arriba del límite, pero gracias al trabajo de su esquina logró bajarlos en solo cinco minutos; de no haber cambiado de camioneta, aseguran, no habría llegado a tiempo para dar el peso reglamentario.

Ya en Nayarit, ambos peleadores se encontraron en la conferencia de prensa, donde el equipo potosino percibió un ambiente cargado a favor del local, reforzado por decisiones polémicas en las peleas preliminares. Consciente de ese escenario, Ramírez salió decidido a dejar sin margen de duda y dominó prácticamente todos los rounds. Solo aflojó ligeramente en el séptimo, pero cerró con autoridad en el octavo.

La tensión estalló al momento de leer las tarjetas. Los jueces tardaron varios minutos en emitir el veredicto, presionados por la afición potosina que exigía un resultado justo. El anunciador incluso pidió calma antes de revelar la decisión, lo que elevó la incertidumbre. Finalmente, la victoria cayó del lado correcto: Érick “El Viruz” Ramírez fue declarado ganador por decisión dividida, desatando una celebración que hizo valer cada kilómetro recorrido por su gente para verlo levantar el campeonato.