El regreso del Barcelona al Camp Nou, tras más de dos años y medio de obras, será un evento histórico para el club y su afición, pero también ha generado controversia por los elevados precios de las entradas. Joan Laporta, presidente del Barça, salió a responder públicamente a las críticas, asegurando que los costos actuales no serán definitivos y que se irán ajustando conforme el aforo crezca.
El reestreno del estadio será el sábado 22 de noviembre frente al Athletic de Bilbao, donde milita el joven portero mexicano Alex Padilla. Se trata del primer partido en el recinto desde que comenzó la modernización del inmueble.
Laporta explicó en El Món a Rac1 que el precio elevado de los boletos se debe a dos factores: la relevancia histórica del momento y el aforo reducido con el que abrirá el estadio. Aseguró que la directiva ya contempla una estrategia de ajuste progresivo:
“A medida que vayamos ampliando el aforo, las entradas irán bajando de precio”, dijo el presidente.
También defendió que el abono del club sigue siendo el más barato de Europa y que se buscará equilibrar la diferencia entre socios y público general para evitar desigualdades. Según Laporta, el objetivo es mantener la experiencia accesible sin afectar el rendimiento económico del club.
Las entradas más económicas para este partido oscilan entre 199 y 209 euros —entre 4 mil 200 y 4 mil 400 pesos mexicanos— mientras que los asientos más costosos llegan hasta 589 euros (unos 12 mil 500 pesos).
Con la licencia para competir en LaLiga asegurada, el siguiente paso para el Barcelona es convencer a la UEFA de permitirle disputar la Champions League en su estadio. La directiva trabaja para habilitar una zona destinada a la afición visitante, requisito indispensable en competencias europeas.
Laporta se mostró optimista y espera que el duelo continental ante el Eintracht pueda jugarse en casa. Además, compartió que aún sienten la presión por completar el proceso de licencias, incluida la 1C, que permitirá aumentar la capacidad a 60 mil espectadores antes de que termine el año.
Pese a la polémica por los precios, Laporta subrayó el significado emocional del regreso al Camp Nou:
“Será histórico, un instante delicioso.”