El exjugador estrella de la NFL, Antonio Brown, regresó este martes a Miami para enfrentar cargos de intento de homicidio derivados de un tiroteo ocurrido en mayo. Su abogado presentó una declaración de inocencia en su nombre.
Los registros de la cárcel del condado de Essex, Nueva Jersey, muestran que Brown fue liberado la mañana del martes para su traslado a Florida. El exreceptor All-Pro había renunciado a la extradición a Florida desde Nueva Jersey, donde fue llevado tras su arresto en Dubái.
El abogado de Brown, Mark Eiglarsh, declaró por correo electrónico que ya presentó una declaración escrita de inocencia por el cargo de intento de homicidio. Brown podría comparecer ante un tribunal de Miami el miércoles por la mañana para una audiencia de fianza, indicó Eiglarsh.
Según una orden de arresto, Brown está acusado de arrebatarle una pistola a un miembro del personal de seguridad después de una pelea de boxeo benéfica el 16 de mayo y disparar dos veces contra un hombre con quien había tenido una pelea a puñetazos previamente. La víctima, Zul-Qarnain Kwame Nantambu, declaró a los investigadores que una de las balas le rozó el cuello.
Eiglarsh afirmó que Brown simplemente se defendía de una persona con la que había tenido problemas anteriormente.
"Las acciones que se vio obligado a realizar fueron únicamente en legítima defensa contra el comportamiento violento de la presunta víctima. Brown fue atacado esa noche y actuó dentro de su derecho legal a protegerse", declaró Eiglarsh.
Brown no fue arrestado inmediatamente esa noche porque, inicialmente, la policía no identificó a Nantambu como víctima. No fue hasta el 21 de mayo que Nantambu rindió una declaración completa sobre el incidente a la policía e identificó a Brown como el agresor, según consta en la declaración jurada.
Según sus publicaciones en redes sociales, Brown estuvo viviendo en Dubái durante varios meses. En una publicación en redes sociales posterior al altercado, Brown afirmó que se defendía porque "fue atacado por varias personas que intentaron robarme mis joyas y causarme daño físico".
Un cargo de intento de homicidio en segundo grado en Florida conlleva una pena máxima de 15 años de prisión y una multa de hasta 10.000 dólares en caso de condena.
Brown, quien jugó 12 años en la NFL, fue un receptor All-Pro que jugó por última vez en 2021 con Tampa Bay Buccaneers, aunque pasó la mayor parte de su carrera con Pittsburgh Steelers. En su trayectoria, Brown acumuló 928 recepciones para más de 12,000 yardas y anotó 88 touchdowns en total, incluyendo devoluciones y un pase. Fue seleccionado siete veces para el Pro Bowl.
Brown ha tenido varios problemas legales a lo largo de los años. Anteriormente, fue acusado de agredir a un conductor de camión de mudanzas, varios cargos de violencia doméstica, impago de manutención infantil y otros incidentes.
Durante un partido de 2021 entre Tampa Bay y los New York Jets, Brown se quitó la camiseta, las hombreras y los guantes y abandonó el campo, lo que provocó su despido por parte de los Buccaneers y puso fin a su carrera futbolística.
