El foco del fútbol europeo se posó hoy sobre Anfield, escenario de otro capítulo entre dos gigantes del continente: Liverpool y Real Madrid. Dos clubes con una historia inmensa y un palmarés envidiable que han protagonizado auténticas batallas épicas en la Liga de Campeones.
Aún resuenan en la memoria el gol de Alan Kennedy que dio a los ‘Reds’ la Copa de Europa o la inolvidable chilena de Gareth Bale en Kiev. Cada enfrentamiento entre ambos encierra una dosis de épica, orgullo y títulos. Aunque algunos podrían considerar que el duelo de esta noche tenía menos trascendencia que otros del pasado, los partidos entre históricos nunca son simples.
Con la mira puesta en sumar tres puntos clave para avanzar en la fase de grupos, ambos equipos afrontaron el encuentro con máxima tensión. No obstante, desde el inicio, el Liverpool mostró mayor urgencia y determinación, empujado por su afición y consciente de lo que estaba en juego.
Enfrente, un Thibaut Courtois monumental sostuvo al conjunto blanco durante gran parte del encuentro. El belga detuvo disparos de media distancia, cabezazos y remates a quemarropa, convirtiéndose en un muro infranqueable para los ingleses… al menos durante una hora.
Porque al minuto 60, el muro se vino abajo. Szoboszlai ejecutó una falta lateral con potencia y precisión que encontró la cabeza de Mac Allister, quien definió con un testarazo impecable. Courtois, esta vez, nada pudo hacer para evitar el 1-0 que desató la locura en Anfield.
Con el marcador en contra, el Real Madrid adelantó líneas y trató de adueñarse del balón, pero careció de claridad. Mbappé, lejos de su mejor versión, falló en los momentos decisivos, mientras Vinícius no logró desequilibrar como acostumbra. Desde la banda, Xabi Alonso buscaba soluciones que nunca llegaron.
El pitazo final certificó la segunda derrota de la temporada para el Real Madrid, tras la sufrida en el Metropolitano ante el Atlético. En cambio, el Liverpool celebra una victoria de peso, una de esas que reafirman su carácter europeo y lo mantienen con vida en la lucha por la clasificación.