River Plate eligió la continuidad. Stefano Di Carlo, actual secretario general del club, asumirá este lunes por la tarde como presidente del conjunto millonario para el período 2025-2029, en el acto de traspaso de mando que marcará una nueva etapa institucional. Con 36 años, Di Carlo se convierte en el vigésimo cuarto presidente en la historia del club y en el segundo más joven en ocupar el cargo, solo detrás de Antonio Vespucio Liberti.
Nieto de Osvaldo 'Titi' Di Carlo —quien fuera vicepresidente entre 1983 y 1989 y presidente interino en 1989 tras la salida de Hugo Santilli—, Stefano hereda una tradición familiar vinculada al club. Su elección representa la consolidación del proyecto oficialista conocido como "Filosofía River", iniciado en 2013 con Rodolfo D’Onofrio, continuado por Jorge Brito y ahora prolongado por su gestión.
Con el 61,77 por ciento de los votos y un total de 15.960 socios que respaldaron su candidatura, Di Carlo se convirtió en el dirigente más votado en la historia del club. Su triunfo marca un fuerte apoyo al modelo de gestión que prioriza la estabilidad institucional, el desarrollo de infraestructura y la apuesta por el talento joven tanto en la dirigencia como en las divisiones inferiores.
¿Qué propone Stefano Di Carlo para River?
El nuevo presidente llega en un contexto desafiante. River atraviesa un momento deportivo irregular que ha generado cierto malestar entre los hinchas, acostumbrados a años de dominio bajo la conducción de Marcelo Gallardo. Di Carlo lo reconoció abiertamente: "Sabemos que estamos en un momento que no es bueno. No nos gusta ni nos representa, pero son etapas de un proyecto y hay que mantener el rumbo".
Su discurso apunta a la paciencia y al trabajo a largo plazo. Planteó la necesidad de sostener un modelo deportivo integral que incluya la continuidad del cuerpo técnico, la potenciación de la cantera y una planificación financiera que mantenga al club competitivo en Sudamérica sin poner en riesgo su salud económica.
Un mandato que busca equilibrio entre pasado y futuro
Di Carlo encarna una renovación generacional dentro del oficialismo. Su perfil combina juventud, gestión y conocimiento institucional. Durante su paso como secretario general, fue uno de los impulsores de proyectos estratégicos como la modernización del Estadio Monumental, la digitalización de procesos administrativos y la expansión de la marca River a nivel internacional.
En su entorno destacan su capacidad de diálogo y su vocación política. Se espera que su gestión mantenga la estructura de trabajo heredada de Brito, con énfasis en la sustentabilidad económica, la expansión del futbol femenino y el fortalecimiento del vínculo con los socios e hinchas.
A nivel deportivo, uno de los grandes desafíos será recuperar el protagonismo perdido en el plano internacional. River no gana la Copa Libertadores desde 2018 y la exigencia del hincha millonario es máxima. Di Carlo deberá encontrar el equilibrio entre resultados inmediatos y consolidación de un proyecto de largo aliento.