Anaiya Miyazato, jugadora de la Selección Mexicana Sub-17, se ha consolidado como una de las figuras clave del equipo que está disputando la Copa del Mundo de la categoría en Marruecos. A sus 16 años, la futbolista ha demostrado ser una pieza fundamental en el esquema de Miguel Gamero, destacando por su talento y determinación.

Este miércoles 5 de noviembre, México se enfrentará a Países Bajos en las Semifinales del torneo, y Anaiya estará lista para luchar con todo por el sueño de llegar a la final.

¿Quién es Anaiya Miyazato?

Anaiya es un ejemplo de multiculturalismo dentro del fútbol. Aunque nació en Arizona, Estados Unidos, su herencia familiar es una mezcla rica de culturas: su padre japonés y su madre de origen mexicano y alemán. Esta diversidad de raíces le permitió obtener la ciudadanía mexicana, lo que la hizo elegible para representar a México a nivel internacional.

"Mi mamá es mexicana y alemana, mi papá es japonés, y además mi abuela es de Chihuahua, así que pude sacar mi ciudadanía mexicana", comentó Miyazato en una entrevista para Telemundo Arizona.

¿Por qué eligió representar a México?

A pesar de que, debido a sus raíces, podía representar a varios países, Anaiya Miyazato optó por México. Su decisión estuvo influenciada por la oportunidad que la Selección Mexicana le brindó de ser parte de su proceso de formación y crecimiento como futbolista.

"Elegí a México porque me dieron una oportunidad", expresó la joven atacante, quien ha tenido una destacada actuación en los cinco partidos que el Tri Sub-17 ha disputado en el Mundial Sub-17, contribuyendo con su habilidad y entrega.

El presente de Anaiya en el Mundial Sub-17

Con su destreza técnica, visión de juego y mentalidad ganadora, Anaiya ha jugado un papel crucial en el accionar del equipo mexicano. México buscará este miércoles 5 de noviembre asegurar su pase a la final del torneo, en un enfrentamiento ante Países Bajos que promete ser vibrante.

Anaiya es un símbolo de la nueva generación de jugadoras que defienden con orgullo los colores de México, y su historia refleja cómo el fútbol, más allá de las fronteras, puede unir a los pueblos a través de su pasión por el deporte.