Tras los recientes casos de apuestas ilegales que sacudieron a la NBA, la liga y sus casas de apuestas asociadas han comenzado a revisar qué tipos de jugadas son más propensas a manipulación y cuánto dinero deberían permitir apostar en ellas, según reportó ESPN.

Antes del inicio de la temporada, la NBA identificó las apuestas sobre tiros libres fallados, faltas y pérdidas de balón como especialmente vulnerables, y pidió a sus socios —entre ellos FanDuel y DraftKings— eliminarlas de su oferta. Ambas casas confirmaron que aceptaron la solicitud.

Las conversaciones también incluyen la definición de límites de apuesta más estrictos en jugadas específicas, como las apuestas especiales sobre estadísticas de jugadores (puntos, rebotes o asistencias), que ahora están bajo un mayor escrutinio.

El refuerzo en la vigilancia llega tras el caso del base Terry Rozier, acusado de filtrar información a apostadores para beneficiar apuestas sobre su desempeño. El incidente se suma al de Jontay Porter, exjugador de los Raptors, expulsado por manipular su rendimiento para ganar apuestas al “menos de”.

Pese a las medidas, la Sports Betting Alliance advirtió que prohibir las apuestas especiales podría empujar a los apostadores hacia plataformas ilegales sin supervisión, lo que, según el organismo, “crearía un punto ciego peligroso” para la integridad del juego.

La NBA aseguró que seguirá colaborando con operadores y autoridades para mantener la transparencia en el creciente mercado de apuestas deportivas.