La primera temporada de Lewis Hamilton con Ferrari está lejos de ser el cuento soñado. El siete veces campeón del mundo volvió a quedarse fuera del podio en una carrera dominical del campeonato 2025 de Fórmula 1, y ya sólo le quedan cuatro oportunidades —Brasil, Las Vegas, Qatar y Abu Dhabi— para romper el maleficio.
Aunque el británico logró una victoria en el Sprint de China, el balance general resulta escaso para un piloto que acumula 105 triunfos, 104 poles y 202 podios en su trayectoria. En Ferrari, esas cifras parecen un recuerdo lejano.
En el Gran Premio de México, Hamilton terminó octavo, mientras que Charles Leclerc cruzó la meta en segundo lugar. Esa diferencia amplió la brecha entre ambos en el campeonato: el monegasco es quinto con 210 puntos, mientras que el británico marcha sexto con 146, a 64 unidades de su compañero.
Por ahora, su posición no peligra, ya que no tiene amenazas inmediatas por detrás, pero la comparación interna empieza a ser incómoda.
El fin de semana mexicano también dejó polémica. Hamilton recibió una penalización de 10 segundos, decisión que lo relegó y desató su molestia con la FIA.
“Estoy muy decepcionado con el organismo rector. Se nota un doble rasero. Es lo que hay”, lanzó el piloto británico tras la carrera, en clara alusión a lo que consideró una sanción injusta.
El jefe de Ferrari, Frédéric Vasseur, coincidió con su estrella.
“El castigo nos costó un P4. Entendemos la sanción, pero diez segundos es demasiado. No recuerdo cuándo se aplicó algo así. Si hubieran sido cinco, habríamos acabado cuartos”, afirmó el francés, comparando además el caso de Hamilton con las maniobras de Max Verstappen, quien terminó tercero.
Hamilton aún tiene margen para cerrar su primer año de rojo con una nota positiva. Pero, a falta de cuatro grandes premios, su adaptación a Ferrari sigue marcada por la frustración y el infortunio.