El Gran Premio de la Ciudad de México se vivió con un aire de nostalgia: se cumplieron diez años del regreso de la Fórmula 1 al país, pero también se sintió la ausencia de Sergio “Checo” Pérez, quien atraviesa un año sabático tras su salida de Red Bull Racing.
Aunque el futuro del tapatío ya está definido —su fichaje por el nuevo equipo Cadillac fue anunciado a finales de agosto—, la figura de Helmut Marko volvió a acaparar atención durante el fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
El asesor de Red Bull, recordado por sus duras críticas hacia Pérez durante su paso por Milton Keynes, sorprendió con un tono conciliador al referirse al mexicano.
“Creo que es una gran oportunidad para Checo; es un nuevo comienzo, así que podría ser un gran paso en su carrera”, declaró Marko, reconociendo el potencial del proyecto de Cadillac y la capacidad de Pérez para liderarlo.
Las palabras del austriaco marcan un cambio respecto a su habitual dureza y posicionan a Pérez como una pieza valiosa para la nueva era técnica que comenzará en 2026.
Con Cadillac, Checo inicia lo que podría ser el último gran capítulo de su trayectoria en la Fórmula 1. Y aunque el reconocimiento de Marko llega tarde, funciona como una validación de la experiencia y el talento del piloto mexicano.