El fútbol mexicano se viste de luto tras confirmarse la muerte de Manuel Lapuente Díaz a los 81 años, uno de los entrenadores más exitosos y emblemáticos del balompié nacional. Su legado se extiende por décadas, marcadas por títulos, carácter, sabiduría táctica y una de las imágenes más recordadas de la historia del futbol: la boina que siempre lo acompañó en la banca.
Lapuente será recordado como el estratega que llevó a la Selección Mexicana a conquistar la Copa Confederaciones de la FIFA en 1999, tras vencer 4-3 a Brasil en una histórica final celebrada en el Estadio Azteca. Aquel triunfo consagró al técnico poblano como un símbolo del futbol mexicano, al guiar al Tri a su primer gran título internacional a nivel mayor.
Su legado también incluye la obtención de la Copa Oro 1998, donde México se impuso 1-0 a Estados Unidos, y una destacada participación en el Mundial de Francia 1998, torneo en el que el combinado nacional mostró un futbol competitivo, cayendo con dignidad ante Alemania en octavos de final.
Nacido el 15 de mayo de 1944 en Puebla, Manuel Lapuente comenzó su carrera como futbolista en el Monterrey en 1964. Posteriormente militó en Necaxa, Puebla y Atlas, equipos con los que se ganó el respeto de sus compañeros por su liderazgo y disciplina. Con la Selección Mexicana, disputó 13 partidos y obtuvo la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1967.
Su paso a los banquillos marcaría el inicio de una de las carreras más exitosas del futbol mexicano. Dirigió a clubes como Puebla, Tigres, Atlante, Necaxa, Cruz Azul y América, dejando huella en cada institución que comandó. Conquistó cinco títulos de Liga MX, dos con Puebla (1982-83 y 1989-90), dos con Necaxa (1994-95 y 1995-96) y uno con América (Verano 2002).
Con esos logros, Lapuente se colocó entre los técnicos más ganadores de la historia de la Liga MX, solo por detrás de Ignacio Trelles y Ricardo Ferretti (ambos con siete títulos) y Raúl Cárdenas (con seis), e igualado con Víctor Manuel Vucetich con cinco campeonatos.
A su palmarés también se suman dos Copas de México, dos Campeón de Campeones y títulos internacionales como la Concachampions con Puebla y América. Su estilo, marcado por la disciplina, el trabajo táctico y su visión analítica del juego, le valieron el respeto de generaciones de futbolistas.
“Manolo” no solo era un entrenador exitoso, sino un maestro de la cancha, capaz de combinar rigor con humanidad. Su figura, siempre serena bajo la boina, se convirtió en sinónimo de sabiduría y liderazgo.
A lo largo de su carrera, Manuel Lapuente formó y dirigió a figuras icónicas del futbol mexicano como Cuauhtémoc Blanco, Luis Hernández, Claudio Suárez, Germán Villa y Jorge Campos, entre muchos otros. Su carácter firme y su compromiso con la excelencia lo convirtieron en una referencia para entrenadores y jugadores.
Con su fallecimiento, el futbol mexicano pierde no solo a un técnico histórico, sino a un símbolo de entrega, profesionalismo y amor por el juego. Sus enseñanzas seguirán vivas en cada generación que aspire a dirigir desde el banquillo.
Liga MX (5 títulos)
Puebla: 1982-83, 1989-90
Necaxa: 1994-95, 1995-96
América: Verano 2002
Copa México: Puebla (1989-90), Necaxa (1994-95)
Campeón de Campeones: Puebla (1989-90), América (2005-06)
Concachampions: Puebla (1990-91), América (2005-06)
Selección Mexicana:
Copa Oro 1998
Copa Confederaciones 1999