El fin de semana se perfila como uno de los más apasionantes del año en México. La lucha por la pole promete intensas emociones y Max Verstappen continúa demostrando que su remontada en el campeonato ya no es un milagro, sino una realidad. El campeón neerlandés busca este sábado asestar otro golpe a los McLaren y rematarlos el domingo en la carrera, nada menos que en casa de Checo Pérez y ante la afición mexicana, que volverá a vibrar con el rugido de los monoplazas en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Los últimos resultados no son fruto de la casualidad, sino el reflejo de una tendencia clara que preocupa a los McLaren. Piastri, actual líder del Mundial, y Norris, segundo en la clasificación, han visto cómo la ventaja que tenían se reduce drásticamente frente a un Red Bull que, al menos con el coche de Verstappen, ha encontrado la fórmula perfecta. Mientras tanto, el equipo británico parece bloqueado y sin capacidad de reacción, algo que puede ser determinante en esta recta final del campeonato.
Por eso, la pole de este sábado en México no será solo una cuestión deportiva, sino también anímica. Si Max Verstappen logra salir desde la primera posición, McLaren podría vivir una carrera muy complicada, sobre todo considerando que hay otros pilotos con potencial para complicarles las cosas, como Leclerc, Hamilton o Russell, quienes podrían servir de aliados indirectos para el campeón neerlandés. La parrilla está muy pareja, pero McLaren ya no puede permitirse darle más oportunidades a Verstappen, o terminarán siendo devorados por el ritmo demoledor del Red Bull.
Este Gran Premio de México promete un gran espectáculo para los aficionados, quienes disfrutarán de un evento cargado de emoción y nostalgia. Será el primero sin Checo Pérez en el Gran Circo después de muchos años, aunque con la ilusión de verlo pronto competir nuevamente con su flamante Cadillac. Sin embargo, la atención de este fin de semana estará centrada en lo que podría convertirse en otra jornada histórica para Verstappen, quien busca continuar con una remontada que hace apenas dos meses parecía imposible. Hoy, México será el escenario donde el campeón neerlandés intentará dar otro paso firme en un Mundial que está alcanzando niveles de emoción inesperados.