El Barcelona volvió a sonreír en Montjuïc tras un cierre de partido de locura ante el Girona. Un disparo de Ronald Araújo en el tiempo añadido le dio tres puntos vitales al conjunto de Hansi Flick, que necesitaba reencontrarse con el triunfo después del duro 4-1 sufrido ante el Sevilla. Pedri abrió la cuenta, Witsel empató enseguida, y desde entonces el juego se convirtió en un ida y vuelta constante que mantuvo al público en vilo.
¿Qué dijo Hansi Flick sobre los cortes de manga?
Cuando el reloj marcaba los 91 minutos, una jugada aparentemente intrascendente terminó desatando la polémica. Gil Manzano mostró la primera amarilla a Flick por considerar que había reclamado una decisión arbitral. El alemán lo negó: aseguró que “solo animaba a Frenkie de Jong”, pero el árbitro interpretó sus gestos como protesta.
El cruce de palabras se transformó en una segunda amonestación y, con ello, la expulsión del técnico. En lugar de dirigirse al vestuario, Flick se mantuvo a un costado del campo para ver los últimos segundos. Desde allí fue testigo directo del tanto de Araújo, ya ubicado como delantero, que selló la victoria. La celebración del alemán encendió la polémica: hizo dos cortes de mangas mientras Montjuïc estallaba entre el alivio y la incredulidad.
“El futbol es emoción. Son mis emociones. Para mí fue fantástico el segundo gol. No es un gesto hacia nadie y es la manera en la que celebro en un partido de mucha tensión”, explicó Flick al ser cuestionado por lo ocurrido.
El entrenador también defendió su comportamiento ante el árbitro: “Frenkie estaba ahí, le dije: vamos, Frenkie. De verdad, no iba para el árbitro. Aplaudí para animar a mi equipo. Igual la roja ayudó para ganar el partido. Intenté hablar con Gil Manzano, pero él no quiso. Si no quiere, es su decisión, tengo que aceptarlo”, sostuvo.
Hansi Flick se pierde El Clásico
El triunfo permitió al Barça mantenerse en la pelea por la cima, aunque con una consecuencia inmediata: Flick no podrá dirigir en el Clásico del próximo 26 de octubre en el Santiago Bernabéu. La expulsión no será revisada por el VAR y, al no estar reflejada con agravantes en el acta, el castigo quedará en un solo partido, evitando una sanción mayor.
Gil Manzano justificó sus decisiones en el reporte al indicar que el técnico había “aplaudido en señal de protesta” y “realizado un gesto en señal de desaprobación”. Se trata de la segunda expulsión del alemán en LaLiga; la primera fue en el Benito Villamarín, donde recibió dos fechas de suspensión.
La relación del alemán con las sanciones disciplinarias tampoco es nueva. En la pasada Champions League, la UEFA lo castigó por “violación de los principios generales y normas de conducta” durante la semifinal ante el Inter, aunque luego lo perdonó. También en diciembre de 2024 fue expulsado frente al Betis y el Barça lo resintió: bajo la dirección interina de Marcus Sorg, el equipo perdió sus dos siguientes compromisos.