A pocos días de despedir a su padre, el histórico entrenador Miguel Ángel Russo, Ignacio Russo protagonizó un momento cargado de emoción en el futbol argentino. El delantero de Tigre decidió jugar ante Newell’s pese al reciente fallecimiento del técnico y convirtió un gol que conmovió a todo el estadio.
¿Por qué jugó Ignacio Russo tras fallecimiento de su padre?
Desde el club le ofrecieron no disputar el encuentro y tomarse el tiempo necesario para atravesar el duelo, pero el jugador fue claro con su decisión. “Voy a jugar, él hubiese querido eso. Si no, se levanta y me cag* a put**das”, expresó el atacante, mostrando la fortaleza y el carácter que heredó de su padre.
El partido comenzó con un minuto de silencio en homenaje a Miguel Ángel Russo. En ese instante, Ignacio no pudo contener las lágrimas: miró al cielo y fue rodeado por sus compañeros y por los propios jugadores de Newell’s, quienes lo acompañaron en un gesto de respeto y solidaridad.
A los 21 minutos del primer tiempo, Russo abrió el marcador tras un pase de David Romero, definiendo con el arco vacío. No hubo festejo eufórico, solo un abrazo profundo con sus compañeros y un llanto que reflejó toda la carga emocional del momento.
La emotiva frase de Russo recordada por su hijo
Después del gol, Ignacio levantó la camiseta y mostró un tatuaje en el pecho con una frase que marcó a su padre: “Todo se cura con amor”. Miguel Ángel Russo pronunció esas palabras en 2017, cuando dirigía a Millonarios y hablaba públicamente de su lucha contra el cáncer.
La escena se volvió viral en redes sociales y fue destacada por hinchas, periodistas y clubes, que reconocieron la entereza del joven futbolista. Su gesto trascendió el resultado del partido y se convirtió en un homenaje imborrable para una de las figuras más queridas del futbol argentino.
El nombre de Ignacio Russo quedó ligado para siempre a un momento de profunda humanidad dentro de la cancha, un recuerdo que honra la memoria de su padre y el legado de pasión, amor y coraje que dejó Miguel Ángel Russo.
Entre lágrimas y abrazos, el futbol demostró una vez más su capacidad de unir y sanar, incluso en los días más difíciles. Los aficionados también se conmovieron y lo demostraron en redes sociales.