La presencia de Joan Laporta en la asamblea de la antigua ECA y nueva EFC presidida por Al Khelaifi, ha desatado una tormenta, que lo que verdaderamente ha dejado claro es que el entendimiento entre UEFA y Superliga, se sitúa de nuevo en el umbral de lo imposible. Las reuniones mantenidas por ambas partes en los últimos meses ya han quedado en el olvido.
La Superliga ya maneja abiertamente que el acuerdo por la vía del diálogo es una puerta cerrada y que el camino que tiene por delante se reduce a la vía judicial. De hecho, la Audiencia Provincial de Madrid debe emitir un veredicto en los próximos días respecto a la posición dominante de la UEFA, denunciada por la Superliga.
Lo que en semanas anteriores parecía un intento de llegar a una solución y un punto de acuerdo de la mano del diálogo, se ha transformado en una oposición frontal por parte de la UEFA.
El máximo organismo del fútbol europeo rechaza un acuerdo y la Superliga ya sabe que los tribunales esperan, en un camino que no dan por perdido. 'El diálogo con UEFA era un último intento, necesario pero no significa que el cambio necesario en el fútbol europeo no vaya a producirse', mantienen desde A 22.
Joan Laporta y por extensión el Barcelona, no han solicitado la vuelta a la Asociación de Clubes, ni han pedido el fin de su adhesión a la Superliga. Ahora están por ver los siguientes movimientos del presidente azulgrana, siempre proactivo a la mediación entre las dos partes, asumiendo un papel muy diferente al del Real Madrid.