La primera temporada de Bill Belichick en Carolina del Norte ha sido todo menos tranquila. Entre derrotas abultadas, rendimiento irregular y aficionados que abandonan temprano los partidos, el momento que mejor refleja su debut universitario llegó durante la semana de descanso.

Un par de declaraciones de Belichick y del director deportivo Bubba Cunningham publicadas en redes reafirmaron su compromiso con el programa. “Estoy completamente comprometido con el fútbol de UNC y el programa que estamos construyendo aquí”, afirmó Belichick.

La universidad esperaba construir un “33er equipo de la NFL” gracias al estilo profesional del entrenador de seis Super Bowls. Sin embargo, la realidad ha obligado a directivos y gerencia a pedir paciencia a aficionados y donantes ante la falta de competitividad.

El equipo tiene récord de 2-3, con solo cuatro touchdowns en tres derrotas contra rivales de conferencias poderosas, cada una por al menos 25 puntos. En ofensiva y defensiva, UNC se encuentra entre los últimos de la Subdivisión de Campeonato en varias estadísticas clave.

Belichick mantuvo la calma: “Vamos a seguir trabajando todos los días y todas las semanas. Los que mejoren seguirán jugando; los demás tendrán que competir. Hay que tomarlo semana a semana”.

Además de los problemas en el campo, el programa lidia con asuntos extradeportivos. Armond Hawkins, entrenador de esquineros, fue suspendido mientras se investigan posibles acciones perjudiciales para el equipo. Por otro lado, el proyecto de streaming de Hulu sobre el primer equipo de Belichick se canceló, y la relación del entrenador con su novia Jordon Hudson ha generado atención mediática.

Todo esto ha proporcionado munición para los rivales, quienes no han dudado en burlarse de los Tar Heels tras las palizas sufridas en los partidos de apertura de la temporada.