A casi una década de la celebración de la Copa del Mundo 2034, la FIFA analiza la posibilidad de mover el torneo a 2035, debido a las condiciones climáticas extremas y la coincidencia con el Ramadán, el mes sagrado del islam. La medida aún no es oficial, pero ya genera debate entre aficionados, federaciones y analistas del futbol mundial.

Según The Athletic, la modificación permitiría evitar que el torneo se juegue en noviembre-diciembre de 2034, cuando cae el Ramadán, y aliviaría las exigencias físicas sobre los jugadores debido al calor extremo. Esta no sería la primera vez que la FIFA modifica el calendario por factores climáticos: en 2022, el Mundial de Qatar se jugó en invierno.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, señaló: “No se puede jugar en algunos lugares en verano, así que podríamos tener que cambiar el calendario. Estamos discutiendo la mejor forma de optimizarlo y veremos cuándo llegamos a una conclusión”. Por su parte, Nasser Al-Khelaïfi, presidente de la EFC y del PSG, aseguró que “no debemos tener miedo de los cambios si son para el bien del deporte”.

Además del Mundial, Arabia Saudita también aspira a organizar el Mundial de Clubes 2033, parte de un plan estratégico que busca convertir al país en un epicentro global del deporte, invirtiendo en futbol, golf, automovilismo y boxeo.

Aunque la propuesta de jugar en enero de 2035 aún enfrenta desafíos logísticos y políticos, la intención de la FIFA es mostrar flexibilidad y adaptación, priorizando tanto la salud de los jugadores como la viabilidad de los torneos internacionales en la región.