La polémica historia detrás del fichaje de Anthony Martial con Rayados sigue dando de qué hablar. Nadie en el entorno de Pumas imaginó que una charla entre viejos conocidos acabaría entregando al delantero francés directamente en bandeja de plata al conjunto regiomontano.
Según reveló la columna de este martes de El Francotirador en RÉCORD, la llegada de Martial a Monterrey se dio gracias a un “tip” proveniente nada menos que de Cantera. Lo que parecía una conversación entre colegas terminó siendo una pista clave que cambió el rumbo del mercado.
Todo comenzó cuando Antonio “Tato” Noriega, directivo de Rayados, buscaba refuerzos de peso para cerrar la ventana de transferencias. Al mismo tiempo, Miguel Mejía Barón, hombre de futbol, histórico estratega y actual directivo de Pumas, también peinaba opciones en Europa para sumar gol al cuadro universitario.
Una amistad que cambió el destino
El vínculo entre ambos es de años. Noriega fue uno de los discípulos más cercanos de Mejía Barón. Lo vio nacer futbolísticamente en Cantera, lo llevó después a Monterrey y coincidieron nuevamente en Tigres.
De acuerdo con el Francotirador, durante una charla amistosa entre ambos, el experimentado Mejía Barón mencionó casualmente que estaban en contacto con Anthony Martial, delantero francés que militaba en Grecia, y que existía la posibilidad real de traerlo a México para reforzar a Pumas.
A Noriega se le 'encendió el foco': “¿Por qué no?”, pensó el directivo regio. De inmediato comenzó a mover sus piezas y explorar la posibilidad de arrebatar la negociación. Los billetes del Norte hicieron el resto.
De Cantera al Gigante del Norte
El resultado ya es conocido. Martial terminó firmando con Rayados, donde incluso ya tuvo sus primeros minutos… aunque con un inicio poco afortunado: falló un gol cantado al minuto 93 ante Tijuana que hubiera significado el triunfo para Monterrey.
En Universidad, la sensación fue amarga. Pumas se quedó sin delantero, mientras Rayados se llevaba al jugador que ellos mismos habían puesto sobre la mesa.