Ethan Mbappé vivió una noche especial al marcar su primer gol con el Lille y hacerlo nada menos que ante su exequipo, el París Saint-Germain. El joven mediocampista ingresó en los minutos finales y necesitó apenas unos segundos para anotar el tanto del empate 1-1, bajo la mirada sonriente de su hermano Kylian, presente en el palco junto a su familia.
Ethan dejó el PSG hace dos veranos, cuando su hermano mayor fichó por el Real Madrid. Mientras Kylian continúa brillando en la élite mundial, el menor de los Mbappé busca consolidarse con el Lille. Y este domingo dio un golpe de autoridad: entró al minuto 85 por Mathias Fernandez-Pardo y, tras una buena asistencia de Hamza Igamane, definió con un tiro raso al borde del área para sellar el empate.
El PSG, que se había adelantado gracias a un impresionante tiro libre del portugués Nuno Mendes, no pudo sostener la ventaja. Aun así, el punto le permite mantenerse como líder solitario de la Ligue 1, beneficiado por los tropiezos de Lyon, Mónaco y Niza.
El equipo de Luis Enrique, afectado por múltiples bajas –entre ellas Dembele, Kvaratskhelia, Marquinhos, Fabián Ruiz y Joao Neves–, mostró nuevamente la profundidad de su plantilla. Incluso con varios suplentes, compitió con autoridad en un duelo marcado por la rotación y la fatiga tras el exigente partido de Champions frente al Barcelona.
Mendes, autor del gol parisino, volvió a brillar con un zurdazo imparable desde fuera del área, mientras Bradley Barcola y Kang In Lee desperdiciaron claras opciones para ampliar la ventaja. Pero el destino guardaba un momento simbólico: el tanto de Ethan Mbappé, que impidió la victoria de su exequipo y devolvió la sonrisa al palco familiar.
Una revancha deportiva que pocos esperaban, pero que deja claro que el apellido Mbappé sigue dejando huella en el fútbol francés.
