La preparación para el viaje internacional de los Vikings de Minnesota comenzó hace más de cinco meses, cuando el personal de operaciones inició la recolección de pasaportes para casi 200 integrantes del equipo. El objetivo: un viaje sin precedentes de la NFL, con partidos consecutivos en Dublín y Londres.
Durante la primavera y el verano, jugadores, entrenadores y personal recibieron recordatorios constantes sobre la necesidad de localizar o renovar sus documentos. Finalmente, todos los trámites se completaron en un solo paquete, garantizando que nada se dejara al azar.
“Es un alivio tenerlos en mano y no esparcidos en 200 casas distintas hasta el viaje”, comentó Paul Martin, director de operaciones del equipo.
Los Vikings, con experiencia en cuatro partidos internacionales en los últimos 12 años, aplicaron una logística casi militar para este tour, cuidando cada detalle: desde equipamiento, entrenamiento y nutrición, hasta seguridad y traslado de mercancía. Los contenedores enviados incluían no solo cinta para tobillos y bolsas de hielo, sino también alimentos y condimentos personalizados, asegurando comodidad a los jugadores durante los desplazamientos.
Como primer equipo de la NFL en jugar dos partidos internacionales consecutivos en distintos países, los Vikings planearon cada paso meticulosamente. Antes del calendario oficial, el personal visitó Dublín y Londres para inspeccionar estadios, hoteles, campos de práctica e instalaciones médicas.
El primer partido se jugó en Dublín, donde enfrentaron a los Steelers, y posteriormente se trasladaron a Londres para medirse con los Browns en el Tottenham Hotspur Stadium. Todo el equipamiento fue registrado en carnets aduaneros internacionales, permitiendo su traslado temporal sin impuestos.
“Tenemos personas increíbles en cada nivel que participan en la planificación y ejecución de este plan”, dijo Kevin O’Connell, entrenador de los Vikings.
Con la NFL expandiendo su calendario internacional —con partidos programados próximamente en Río de Janeiro, Berlín, Madrid y Melbourne—, el éxito de esta logística europea podría servir como modelo para futuras giras transatlánticas.
“A pesar de la enorme tarea que representa este viaje, valió la pena. Esa es la única forma en que lo estamos viendo”, concluyó Martin.