La pelea por el título indiscutido de peso Supermediano entre Saúl “Canelo” Álvarez y Terence Crawford rompió con una de las tradiciones más emblemáticas del boxeo: en el Allegiant Stadium no se entonaron los himnos nacionales de México ni de Estados Unidos.
El propio Canelo había adelantado que esta vez quería un ingreso sobrio, únicamente acompañado por su equipo. “Este sábado caminaré únicamente con ellos, porque hemos esperado este momento toda mi carrera y quiero compartirlo solo con quienes siempre han estado a mi lado”, explicó el mexicano en la semana previa.
Esto contrasta con sus más recientes presentaciones, en las que había contado con artistas reconocidos para interpretar su entrada. Santa Fe Klan y Tornillo Vázquez lo acompañaron frente a Jermell Charlo; Luis R. Conríquez con “Martes 13” ante Jaime Munguía; Fuerza Regida con “Billete Grande” en su duelo con Edgar Berlanga; y nuevamente Conríquez con “Mexicano Soy” frente a William Scull.
El combate no solo fue distinto en lo ceremonial, también lo es en lo histórico. Canelo Álvarez (62-2-2, 39 KOs) es el primer boxeador masculino en la era de los cuatro cinturones en convertirse dos veces en campeón indiscutido de la misma división. El jalisciense llega tras vencer a William Scull en mayo y acumula seis victorias consecutivas desde su derrota ante Dmitry Bivol en 2022.
Por su parte, Terence Crawford (41-0, 31 KOs), quien ya fue campeón indiscutido en peso welter y superligero, subió de las 154 a las 168 libras para desafiar al mexicano. El estadounidense no pelea desde agosto de 2024, cuando superó a Israil Madrimov, y llega con un impresionante registro de 11 nocauts en sus últimas 12 peleas.