A sus 37 años, Crawford dio un golpe de autoridad en la élite del boxeo mundial, manteniendo su invicto y demostrando que todavía tiene las herramientas para vencer a los mejores. Con inteligencia y presión constante, supo incomodar a un Canelo que no logró desplegar su habitual plan de desgaste.
El resultado deja a Álvarez en una encrucijada. La revancha frente a Crawford parece el camino natural, pero el acecho de David Benavidez sigue presente como posible reto para el cierre de su carrera.
Este triunfo consolida a Crawford como uno de los más grandes de su generación y le abre la puerta a seguir enfrentando a los nombres más importantes del boxeo mundial.