El tenista Novak Djokovic ha tomado la decisión de dejar Serbia luego de ser considerado un traidor por el gobierno de su país, tras mostrar su apoyo a las protestas estudiantiles contra el presidente Aleksandar Vucic.
El conflicto comenzó cuando estudiantes exigieron nuevas elecciones y Djokovic respaldó públicamente sus demandas, lo que generó el descontento del gobierno serbio. Ante posibles represalias, el tenista decidió trasladar su residencia a Atenas, Grecia, junto con su familia.
El serbio ya se instaló en la capital griega, donde sus hijos comenzaron en nuevas escuelas y él continúa entrenando en un club local. Esta mudanza no solo tiene un impacto personal, sino también en su actividad deportiva y empresarial: Djokovic es propietario del Torneo de Belgrado, el cual dejará de realizarse en la ciudad serbia y se trasladará a Atenas en noviembre.
El objetivo del traslado es proteger a su familia y su entorno, mientras busca mantener la normalidad en su carrera deportiva y minimizar las tensiones generadas por el gobierno de Vucic y la campaña de desprestigio organizada a través de medios de comunicación oficiales.
