La selección de Portugal vivió un momento cargado de emoción y homenaje al delantero Diogo Jota, durante su primera concentración tras su partida del equipo. El acto central se realizó en la Plaza de los héroes, donde se develó una estatua con la camiseta de Jota, su nombre y número, como reconocimiento al impacto que dejó en la historia reciente de la Seleção.
El homenaje fue tanto institucional como personal, con la presencia de la familia del jugador. El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, expresó: “Este evento estaba pensado para celebrar, pero la fatalidad quiso que sea para despedir”, reflejando la crudeza y el cariño del momento.
Cristiano Ronaldo, visiblemente emocionado, acompañó a los familiares y recordó los momentos compartidos dentro y fuera del campo, reforzando la dimensión humana del homenaje más allá del reconocimiento deportivo.
Uno de los momentos más conmovedores fue protagonizado por Rúben Neves, íntimo amigo de Jota, quien se comprometió a mantener vivo su legado vistiendo el número 21 y mostró un tatuaje en honor al delantero, acompañado de imágenes compartidas entre ambos.
Previo a la ceremonia, la Federación Portuguesa de Futbol (FPF) difundió un video homenaje narrado por Neves, con jugadas memorables de Jota y escenas de su vida personal. Las imágenes se viralizaron, emocionando no solo a los aficionados portugueses, sino al público internacional.
El homenaje coincidió con la preparación de Portugal para las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, con próximos compromisos ante Armenia y Hungría. A pesar del contexto deportivo, la concentración estuvo marcada por el recuerdo, la emoción y el reconocimiento al legado de Diogo Jota.
Su estatua, los gestos de Cristiano Ronaldo y Rúben Neves, así como la emoción de toda una nación, confirman que su legado trascenderá más allá de la cancha, siendo recordado como héroe, amigo y ejemplo de pasión por el balompié.
