El entrenador mexicano Javier Aguirre vivió un idilio breve pero intenso con la Selección de Japón, que comenzó en 2014 y terminó de manera abrupta en 2015 debido a un problema legal relacionado con un supuesto amaño de partidos durante su etapa como técnico del Real Zaragoza.
Aguirre llegó a Japón con la misión de sustituir al italiano Alberto Zaccheroni, liderando a una generación talentosa encabezada por jugadores como Keisuke Honda, Makoto Hasebe, Shinji Kagawa, Maya Yoshida, Shinji Okazaki, Takashi Inui y Yuto Nagatomo. En 10 partidos dirigidos, logró 6 victorias, 2 empates y 2 derrotas, incluyendo la dolorosa eliminación en penales frente a Emiratos Árabes Unidos en los cuartos de final de la Copa Asiática 2015.
El final de su ciclo llegó de manera inesperada. Mientras Aguirre dirigía a los Samuráis, él y algunos de sus exjugadores del Zaragoza eran investigados en España por el supuesto amaño de partidos de la temporada 2010-11. Ante la posibilidad de un juicio, la Federación Japonesa de Futbol decidió terminar su contrato alegando “mala conducta fuera del juego”, a pesar de que Aguirre contaba con un contrato por cuatro años condicionado a ciertos lineamientos de comportamiento.
El estratega mexicano recordó el amargo momento en una entrevista con TUDN:
“Un tema legal en España, se me acusaba de haber arreglado el resultado de un partido. Mis jugadores y yo estábamos en proceso, venía un juicio y los japoneses no quisieron esperar. Nos echaron; fue duro. Lloramos los japoneses, jugadores conmigo, fue algo muy bonito, logramos una buena armonía y jugábamos bien al futbol”, dijo Aguirre.
Este sábado, Aguirre se reencontrará con la Selección de Japón, un equipo que le dio un año de grandes momentos, pero también le rompió el corazón por un desenlace inesperado y marcado por la controversia.
