Allan Saint-Maximin, el mediocampista francés de 28 años, se ha convertido en uno de los fichajes más sorprendentes y fascinantes para el Club América. Con una historia única que va más allá de su habilidad futbolística, Saint-Maximin no solo se destaca en el campo, sino que también posee un coeficiente intelectual de 145, muy por encima del promedio mundial. A pesar de su intelecto excepcional, el francés eligió el fútbol como su camino y ha dejado una huella significativa en el deporte, debutando con un gol que contribuyó al triunfo de América 4-2 sobre Atlas en el Estadio Jalisco el pasado 24 de agosto de 2025.
La historia de Allan Saint-Maximin comenzó en su niñez, cuando desde temprana edad mostró un intelecto fuera de lo común. En una entrevista con PL Live en RMC Sport, recordó cómo su madre lo sometió a un test de inteligencia que reveló su IQ de 145, algo que la hizo sentirse orgullosa, pero también preocupada por su futuro. “Mi madre intentó hacerme un test de inteligencia para ver qué tal me encontraba, y mi coeficiente era bastante alto. No sé si aún lo tengo, pero sé que me ayudó en muchos aspectos fuera del deporte”, compartió el jugador, quien también detalló cómo su madre insistió en que siguiera una carrera académica en lugar de lanzarse al profesionalismo en el fútbol.
A pesar de las presiones familiares y las dudas sobre el fútbol, Saint-Maximin decidió seguir su pasión y debutó a los 16 años con el Saint-Étienne, antes de pasar por equipos como Hannover, Mónaco, Niza y Newcastle, donde se consolidó como un jugador desequilibrante. Sin embargo, el éxito también trajo consigo amenazas y presiones que hicieron que su madre temiera por su bienestar. En este sentido, el jugador reconoció: “Las amenazas de muerte, las críticas, van demasiado lejos. El futbol es un pequeño mundo de tiburones. Mi madre prefería que me quedara en el colegio para evitarme muchos problemas”.
A pesar de las dificultades, Saint-Maximin nunca abandonó su sueño, y hoy, a sus 28 años, ha encontrado un nuevo capítulo en su carrera con América. El francés es ahora parte de uno de los clubes más populares de México, y su debut con un gol ante Atlas ha dejado claro que su talento es más que solo su IQ. A lo largo de su carrera, ha señalado que se inspira en grandes figuras del fútbol como Zinedine Zidane, Thierry Henry y Ronaldinho, destacando la importancia del control del balón y la visión de juego.
El Club América ha adquirido más que un excelente futbolista: ha sumado a un hombre de perseverancia, pasión y una historia de lucha personal. Allan Saint-Maximin ha demostrado que, pese a ser un “genio” en otros campos, eligió al fútbol como su escenario para explotar su talento, y con su gol de debut, alimentó la ilusión de toda la afición azulcrema.