Juan Reynoso, una de las máximas leyendas de Cruz Azul como jugador y entrenador, sorprendió al revelar que en su juventud nunca soñó con dedicarse al futbol. Su plan de vida apuntaba hacia una carrera universitaria y, de ser posible, ejercer la medicina. Sin embargo, las circunstancias lo llevaron a convertirse en uno de los nombres más importantes en la historia de la Máquina Celeste.
En una charla con Yosgart Gutiérrez para el pódcast El RePortero, el técnico peruano confesó que su motivación inicial para entrar al futbol no era la pasión por el deporte, sino una oportunidad económica:
“Yo nunca pensé en ser jugador profesional, yo era bueno en los estudios. En aquel momento lo tomé como una oportunidad: juego dos años, ahorro y puedo pagarme la carrera. Llegan los dos años y me hacen un contrato mejor, así que dije: bueno, dos años más”.
Con el tiempo, Reynoso se consolidó en la cancha. Tras cuatro años de carrera profesional ya había jugado dos Copas América, así como todo el proceso con las selecciones juveniles de Perú. En ese momento decidió dedicarse de lleno al futbol y dejar de lado su sueño universitario.
Durante su trayectoria intentó retomar los estudios, pero la exigencia de los horarios y la falta de facilidades lo llevaron a priorizar su carrera deportiva.
“No te daban las facilidades de ahora para estudiar en línea. Mis horarios en la universidad eran muy matadores y dije: no, me dedico al futbol y me la jugué todo en ese sentido”.
Reynoso admitió que su vocación original era estudiar medicina, pero la vida le dio un giro inesperado. Aunque en su época el futbol no tenía los altos salarios actuales, logró construir una carrera destacada como jugador y posteriormente como entrenador, llevando a Cruz Azul a la gloria tanto en el campo como desde el banquillo.
Esta confesión muestra una faceta poco conocida de una de las figuras más queridas del futbol mexicano, que cambió las aulas por el césped y terminó escribiendo su nombre en la historia de la Máquina.