La ausencia confirmada de NASCAR en México para la temporada 2026 abre aún más la puerta para que IndyCar concrete su esperado regreso al país. Aunque todavía faltan detalles por definir, las negociaciones están en una fase avanzada y podrían cerrarse en los próximos días.
La semana pasada, representantes de IndyCar visitaron el Autódromo Hermanos Rodríguez junto al Grupo Rentable, con quienes trabajan para llevar de nuevo la categoría de monoplazas a México. Cabe recordar que la pista capitalina recibió competencias de la extinta Champ Car hasta 2007, último año de actividad completa de la serie antes de la fusión con la IRL.
Grupo Rentable, empresa dedicada a la renta de espacios publicitarios, ha incursionado en el automovilismo con la organización de eventos como el Speed Fest, que combina competencias locales con conciertos de artistas de renombre. Su alianza con Michel Jourdain Jr. ha sido clave para impulsar el regreso de IndyCar, y según fuentes cercanas, las gestiones se encuentran ya en la etapa final.
En cuanto al calendario, IndyCar ha hecho ajustes estratégicos. La temporada 2026 iniciará en St. Petersburg (Florida), para luego viajar de inmediato al nuevo circuito callejero de Arlington, Texas, programado del 13 al 15 de marzo alrededor del estadio de los Dallas Cowboys. Posteriormente, se abre una ventana de casi un mes antes de la clásica cita en Long Beach (16-18 de abril). Es en ese espacio donde se busca colocar la fecha en México.
Uno de los puntos aún en discusión es el trazado a utilizar: si se empleará el circuito de Gran Premio, utilizado por la Fórmula 1, o la variante recortada que NASCAR estrenó en 2025. También está en la mesa el tema del costo de derechos de organización.
El evento sería promovido principalmente por Grupo Rentable, aunque no se descarta la participación de CIE-OCESA, concesionarios del Autódromo y responsables del GP de México de Fórmula 1, así como de la reciente llegada de NASCAR. Una alianza entre ambas empresas, poco habitual en su modelo de negocio, reduciría riesgos financieros y fortalecería la viabilidad del proyecto.
En términos deportivos y comerciales, IndyCar contaría con una ventaja clave frente a NASCAR: la presencia de Pato O’Ward, estrella mexicana y actual subcampeón de la categoría. Su popularidad —conocida como la Patomanía— ha generado una nueva ola de aficionados que, junto con la base histórica que dejó la era de Adrián Fernández, garantiza una fuerte venta de boletos y un alto impacto mediático.
La decisión final deberá concretarse antes de que IndyCar anuncie oficialmente su calendario completo, lo cual sucederá en pocos días durante el cierre de temporada en Nashville.