Lorenzo Faravelli, mediocampista argentino de 32 años y uno de los líderes del actual plantel de Cruz Azul, habló tras la humillante derrota 0-7 ante Seattle Sounders en la Leagues Cup 2025, un marcador que dejó una cicatriz profunda en la historia reciente del club.
La paliza, sufrida en apenas 45 minutos, se convirtió en una de las peores noches del conjunto celeste. Pero para Faravelli, lo preocupante vino después del silbatazo final. En entrevista con TUDN, el futbolista confesó que el resultado, aunque doloroso, no era su mayor temor, sino las consecuencias internas que una derrota de tal magnitud suele desatar.
“Ni siquiera fue en un partido completo, fue en un tiempo. Eso es peor aún. Me preocupaba más lo que ocurría después del resultado, que el resultado en sí mismo”, admitió el exjugador de Independiente del Valle y Newell’s Old Boys.
La reacción del vestidor de La Máquina: entre la autocrítica y la unión
Lejos de un vestidor colapsado o fracturado, Faravelli reveló que el grupo tuvo una reacción inesperadamente positiva tras el descalabro. En lugar de señalamientos o reclamos airados, hubo respaldo del cuerpo técnico y unidad entre los jugadores.
“En otros contextos, en 15 años de estar en el futbol profesional, nunca me había tocado una derrota así. Lo que suele pasar son recriminaciones, autoridades bajando al vestidor, pero esta vez no fue así. Recibimos el apoyo del entrenador, entendiendo los porqués”, explicó.
El argentino valoró ese gesto como un punto de inflexión en lo emocional; la prioridad, dijo, fue asumir el golpe con entereza y carácter, más allá de lo táctico o futbolístico.
“No hablo de resultados, hablo de carácter, compromiso, de dar la cara por el club, por el cuerpo técnico, por la institución, por el proyecto que se armó”, enfatizó.
Levantar un título, el camino para curar la herida en Cruz Azul
El desastre ante Seattle Sounders dejó al equipo eliminado de la Leagues Cup 2025 antes de disputar su último encuentro de la Fase Uno. Sin posibilidad de redención inmediata en el plano internacional, Cruz Azul debe volcarse por completo a la Liga MX, donde aún tiene margen para pelear.
Para Faravelli, no hay consuelo ni justificación posible ante lo ocurrido. La única forma de redimirse ante una afición herida es alcanzando la gloria en el torneo local.
“Ese golpe duro no nos tumbó; al contrario, nos hizo levantarnos más fuertes, unirnos más y, ojalá que a final de año, tenemos algo pendiente con ellos (fans), y se los podamos dar con la herida de esa noche fatídica, que ni ellos ni nosotros vamos a olvidar, que vamos a recordar mal, pero ojalá que levantando una copa”.
Una de las peores noches en la historia del Cruz Azul
La goleada 7-0 fue comparada con otras tragedias deportivas en la historia de Cruz Azul, como la Final perdida ante América en 2013 o la eliminación en casa frente a Pumas en 2020, aunque el 20 de agosto del 2022 quedó en la historia como el día del resultado más escandaloso en la historia del Clásico Joven: El 7-0 en el Azteca.
Sin embargo, la manera en que se dio el último resultado, con siete goles encajados en solo un tiempo, lo colocó como otro de los capítulos más oscuros en la memoria celeste.
Faravelli, consciente de ello, reconoció que los jugadores que estuvieron en el campo quedarán marcados por siempre por este suceso.
“Quienes jugamos ese partido quedamos en la historia, pero por lo negativo. Queremos cambiar eso y solo hay una forma de hacerlo”, reiteró.
Cruz Azul apostó por un nuevo proyecto con cuerpo técnico renovado (Nicolás Larcamón) y refuerzos que deben demostrar que tienen el carácter necesario para competir. Aunque el inicio fue catastrófico en la Leagues Cup, la temporada en Liga MX aún ofrece una ruta hacia la reivindicación.