Más de medio año después de su partida al AC Milan, Santiago Giménez recibió una despedida memorable del Feyenoord, club donde dejó huella como ídolo. En medio de un ambiente cargado de emoción, la afición neerlandesa se volcó en aplausos y cánticos para homenajear al delantero mexicano, que vivió uno de los momentos más especiales de su carrera.
El homenaje tuvo lugar durante un amistoso entre el Feyenoord y el Wolfsburg, anunciado previamente como la oportunidad perfecta para decirle adiós al "Bebote" de forma oficial. Al medio tiempo del partido, Santi apareció en el campo, siendo recibido con una estruendosa ovación por parte de los miles de fanáticos presentes en el estadio De Kuip.
Giménez saludó a la tribuna y ondeó una bandera de México mientras posaba junto a los trofeos que conquistó con el club: una Eredivisie, una Supercopa y una Copa de los Países Bajos. Un repaso tangible de su exitoso paso por el fútbol neerlandés.
"Vine como un niño, me voy como un hombre"
Tras el emotivo tributo, Santi ofreció unas palabras a ESPN Países Bajos, en las que expresó su agradecimiento por la despedida y por el cariño que siempre le mostró la afición.
“Se siente increíble, esta es como mi segunda casa. Lo he sentido así desde la primera vez que llegué y estoy muy agradecido de decir adiós con todos los fans, ha sido increíble”.
Giménez también reconoció que su salida al Milan fue repentina, por lo que este momento con los aficionados era necesario para cerrar el ciclo de forma especial.
“Fue un adiós complicado por cómo me fui de aquí, ya tenía un acuerdo con el Milan. Era necesario tener un buen adiós. No importa a dónde vaya o dónde esté, siempre seré fan del Feyenoord. Vine aquí como un niño y me fui como un hombre”.
Santi se alista para incorporarse a la pretemporada del Milan, con miras al arranque de la Serie A, que comienza en un par de semanas. Pero antes, dejó atrás un capítulo dorado en Países Bajos, donde ya es recordado como un verdadero símbolo del Feyenoord.
