El próximo sábado tendremos el segundo acto de la final de la Champions de Wembley de 2024. En esta ocasión será en Nueva Jersey dónde Real Madrid y Borussia Dortmund se vuelvan a ver las caras. En esta ocasión, con el pase a la semifinal del Mundial en juego. Cierto es que también se enfrentaron en la fase de Liga de la pasada Copa de Europa, con goleada blanca, pero ahora vuelve a ser un vida o muerte. Y la sensación que dejó el equipo alemán no fue muy buena, acorralado por Monterrey durante mucho tiempo.
Lo peor de todo es que el aficionado al fútbol no podrá asistir al que sería primer gran duelo en el fútbol al más alto nivel entre Jude y Jobe, es decir, entre los hermanos Bellingham. El pequeño de la dinastía vio una amarilla ante Monterrey, en una jugada apenas sin peligro, dejando a todos sin el otro gran aliciente, que iba a ser aquello de asistir a la reunión de los familiares ingleses.
¿Adiós a las grandes citas
La victoria del Borussia Dortmund llega, además, con el factor del adiós de Sergio Ramos a la competición y quién sabe si hemos asistido a su último partido al más alto nivel, aunque eso con el defensa de por medio es mucho decir. Era el otro gran aliciente en caso de que Monterrey hubiera podido eliminar al Borussia Dortmund y encontrarse en el camino al Real Madrid , circunstancia que el equipo alemán puso en duda desde la mitad de la primera mitad con una efectividad fuera de lo normal (dos goles de tres tiros).
Hay que reconocer que el fútbol castigó en exceso al equipo mexicano, que mereció mucho más. El fútbol no es matemáticas y sí ser preciso. Todos los números estuvieron de lado de Monterrey, menos los del marcador. Ramos lo intentó todo porque así no fuera, terminando casi de delantero centro y sobre todo, dejando claro que ese gen competitivo no le ha abandonado, que sigue siendo el líder y el jefe de un Real Madrid campeón. Esta vez la tuvo en el 90. Lástima de esos tres minutos que le faltaron.
Tranquilidad para Mark y Denise
Volviendo al menor de los Belligham hay que decir que no estuvo al nivel de los anteriores partidos y la mejor demostración es la amarilla que vio, completamente prescindible tras una entrada dura, pero en un jugada que no invitaba a pensar en que pudiera llevar mucho peligro. Al menos gracias a esa cartulina, Mark y Denise, los padres de los muchachos, podrán tener el corazón dividido, pero al menos no sufrirán ante una posible patada de uno a otro, ya que solo estará sobre el césped del MetLife, Jude.
