Bombazo en el fútbol galo. La DNCG (Dirección Nacional de Gestión de Control) ha confirmado que mantiene la sanción al Lyon por la gran deuda que acumula el equipo. El siete veces campeón de Francia jugará en Segunda división la próxima temporada a no ser que el organismo financiero de la Liga francesa rectifique su decisión tras la apelación.
El dueño del club, el empresario estadounidense John Textor, ha estado reunido con esta institución por más de dos horas, pero sus alegaciones no han sido suficientes y la decisión, que ya se había acordado en noviembre del año pasado, seguirá en pie.
Ahora, el cuadro francés podrá apelar la decisión si no quiere volver a Segunda 36 años después, desde la temporada 1988-89. A pesar de que Textor abandonó tranquilo la reunión con la DNGC y confirmó que no que no había tenido complicaciones, el organismo financiero ha mantenido su decisión. Además, el conjunto dirigido por Paulo Fonseca tendrá que reunir 175 millones de euros para romper el castigo. El Lyon reconoció que acumula una deuda de 505,1 millones y está sumergido en la crisis más grande de su historia.
Las sanciones y la posibilidad de descender han lastrado una temporada gris en el Lyon. Ya el 31 de diciembre del pasado año, anunció que existían unas pérdidas de 90 millones, tres veces más que las de 2023 (32,6). El cuadro galo ya se salvó de una sanción de la FIFA que le impedía fichar este verano por una deuda de 2.000 euros en transferencias pendientes.