El clima cálido de Doha fue solo el telón de fondo para un partido lleno de tensión, frustración y emoción contenida. En su segundo partido del Mundial de Clubes 2025, Los Angeles FC cayó por 0-1 ante un Espérance de Tunis que, con oficio y contundencia, supo encontrar el momento justo para golpear. La escena final, un penal fallado por Dénis Bouanga en tiempo de reposición, cerró con dramatismo una noche amarga para el conjunto californiano.
Desde el arranque, el partido mostró una intensidad feroz. Apenas al minuto 4, Youcef Belaïli probó a Hugo Lloris con un remate desde el centro del área que el francés despejó sin complicaciones. Poco después, el brasileño Rodrigo Rodrigues estremeció el poste con un disparo lejano que bien pudo cambiar el rumbo del juego desde temprano. LAFC respondió con una oportunidad clara de David Martínez, quien se topó con el costado de la red tras una jugada colectiva.
El conjunto de Steve Cherundolo intentó imponer condiciones, pero la presión alta de Espérance y su juego directo desde los costados generaron constantes sobresaltos. Timothy Tillman vio la amarilla tras una entrada imprudente a los 23 minutos, reflejo del nerviosismo del equipo estadounidense, mientras el mediocampo empezaba a perder la batalla frente a la movilidad de los tunecinos.
La paridad se mantuvo hasta el descanso, pero el segundo tiempo traería un giro definitivo. Tras varios cambios y ajustes tácticos, Espérance encontró el gol al minuto 70'. Una acción rápida por la izquierda dejó a Belaïli con espacio dentro del área, y el extremo no perdonó: remate rasante, ajustado al palo, imposible para Lloris. El tanto fue un golpe que desarmó momentáneamente a LAFC.
A pesar del mazazo, el equipo de la MLS no bajó los brazos. Dénis Bouanga y Javairô Dilrosun lideraron los intentos ofensivos en el tramo final, acumulando remates desde fuera del área que obligaron al arquero rival a intervenir una y otra vez. Con el reloj en su contra, LAFC encontró una última esperanza.
Al minuto 96'. Marlon es derribado dentro del área por Khalil Guenichi. El VAR revisa, el estadio contiene el aliento, y la pena máxima es señalada. Bouanga se para frente al balón, toda la responsabilidad sobre sus hombros. Corre, dispara… y el portero se lanza al sitio justo. El disparo, centrado y raso, fue contenido sin rebote. El grito de gol quedó atrapado en la garganta de los californianos.
Los minutos finales fueron de frustración, interrupciones y resignación. Espérance de Tunis, con temple y táctica, resistió hasta el pitazo final. Los tunecinos celebraron como lo que fue: una victoria histórica ante un rival repleto de figuras como Giroud, Lloris o Bouanga, pero sin puntería en la hora decisiva.