El inicio del encuentro se hizo de rogar. Una tormenta eléctrica obligó a retrasar el partido debido al exigente protocolo estadounidense con cualquier situación adversa en cuanto al clima. Una hora tuvimos que esperar para que Turpin diera el pitido inicial al partido. Reyners y Ribeiro se erigieron como las figuras del partido en un choque dominado desde principio a fin por los sudafricanos.
En una noche pasada por agua en Orlando, la pelota rodó con un ritmo eléctrico desde el primer segundo. El Mamelodi Sundowns, no tardó en avisar, 18 segundos bastaron para que Sales tuviera la primera ocasión clara, pero la defensa surcoreana se mantuvo firme.
El Mamelodi mantenía la posesión sin crear demasiado peligro con Lucas Ribeiro como brújula y metrónomo del Sundowns. Lo intentó desde media distancia, colgó centros peligrosos hasta que firmó un genial pase filtrado a Rayners, quien definió de tres dedos para por fin romper el cero en el 36', esta vez sí, sin intervención del VAR. Antes de eso, Rayners ya había celebrado un gol con amargura. Un remate accidentado tras un córner cerrado al primer palo en el 29' anulado tras revisión VAR por mano. Pero no sería el único que le iban a anular al sudafricano. El segundo, al 39', lo invalidó el asistente por fuera de juego. Lo que podía haber sido un 3-0 y un hat trick para el delantero acabó en un 1-0 al termino de los 45’.
El Ulsan no bajó los brazos. Ko tuvo la del empate en el descuento tras burlar al portero, Ronwen Williams, pero apareció Lunga providencial para despejar sobre la línea de gol.
En la segunda mitad, los ‘tigres’ coreanos empezaron mucho más agresivos, pero les iba a durar más bien poco. Rápidamente el conjunto sudafricano volvería a coger las riendas del partido defendiendo con balón. No pasarían demasiadas cosas hasta el 80’, cuando Ribeiro, en una intentona de pase de la muerte para Reyners pecó de generosidad cuando podía golpear y su balón se le quedo algo retrasado para que el delantero definiera. En la contra, a puntito estuvo de empatar el Ulsan. El portero, Williams, en primera instancia y Cupido, que pasó de ser ángel del amor para convertirse en el ángel de la guardia sudafricana, le negó el tanto al delantero coreano cuando ya estaba relamiéndose en boca de gol.
Merecida victoria de los ‘brazilians’ sudafricanos que logran tres puntos importantísimos para el sueño de avanzar a la fase K.O del Mundial y se colocan primeros de grupo después del empate sin goles entre Borussia Dortmund y Fluminense. Los coreanos se encomiendan a un milagro para avanzar de ronda.
